liga 1,2,3 - Mirandés | Córdoba

No hay por dónde cogerlo (1-1)

  • Tras unos primeros 40 minutos lamentables, el CCF rescata un punto que lo asienta en tierra de nadie y prolonga su decadencia

  • Roberto fue tan decisivo como el desacierto de sus puntas

Las imágenes del Mirandés-Córdoba

Las imágenes del Mirandés-Córdoba / LOF

En un mundo en el que la excusa es compañera de viaje, seguro que es fácil encontrar defensores de lo que el Córdoba hizo en Anduva. Que si el resultado no es malo, que si el objetivo se mantiene a distancia, que si el equipo reaccion, que si ganar fuera de casa es complicado, que si el rival también juega, que si... La lista puede llegar a ser interminable, pues todos los argumentos pueden ser tomados como buenos hasta que uno se detiene en que los blanquiverdes acumulan ocho jornadas sin ganar, con un balance de 5 puntos de 24, y su juego ofrece tantas dudas como Trump a la hora de liderar a los Estados Unidos. Porque los primeros 40 minutos que el equipo de Oltra firmó en Miranda de Ebro fueron lamentables, tanto con balón como sin él, tanto a la hora de atacar como a la de defender, y sólo el desacierto de un Mirandés que ejemplificó el porqué de sus actuales problemas con el gol permitieron que el encuentro no se rompiera. Eso fue lo que realmente permitió que la posterior reacción, iniciada en la antesala del intermedio y con una continuidad, ya más a rachas, en el segundo tiempo diera para rescatar un empate que vale de bastante poco, pero al menos evita que el drama se asiente ya en El Arcángel. La frialdad de los números, todos, desde los de la tabla hasta los de la cuenta corriente, favorece la patada a seguir, por mucho que a este equipo ahora mismo no haya por donde cogerlo...

De inicio, el fiasco de la pasada semana ante el Mallorca no tuvo consecuencias en la alineación. Se ve que pasados los días, Oltra mantiene que el equipo estuvo bien pese al 0-2... Habrá que ver para la semana siguiente qué pasa, porque la puesta en escena no pudo ser peor. Rozó el esperpento. Y no hubo que esperar mucho para hacerse el cuerpo a lo que tocaba, pues en el minuto 1 ya avisó con cierto peligro Néstor Salinas, que alcanzó la frontal sin oposición alguna. La intensidad obligada de una categoría como la Segunda División y que se hace más aún en escenarios como Anduva, volvió a quedarse en la caseta y así el partido pasó a jugarse prácticamente en el medio campo visitante. No es que fuera un dominio abrumador del Mirandés ni mucho menos, entre otras cosas porque los burgaleses bastante tienen con querer competir con equipos de más entidad haciendo de la valentía de su técnico un estilo de vida. Pero el control sí era el suficiente para asustar a Pawel, que vio pasar muy cerca de su poste izquierdo un zurdazo de Javi Hervás. Poco después fue Aurtenetxe el que conectó un cabezazo a la salida un córner que advirtió el primer cambio serio para tratar de cerrar la sangría atrás: la defensa zonal ya es historia, el CCF defiende ahora al hombre.

Con el Mirandés encontrando vías de agua por fuera y por dentro ante un rival que apenas si inquietó tras una pérdida de Hervás a la que Bergdich no supo dar forma, Oltra dio muestras de su descontento al mandar a calentar a Edu Ramos y Borja Domínguez al paso por el cuarto de hora. Y desde allí ambos vieron el gol de Pedro Martín en un doble error defensivo de Bijimine y Cisma. El tanto noqueó por momentos a los blanquiverdes, que se agarraron a Pawel -detuvo un tiro lejano de Bustos- y fundamentalmente a la falta de acierto rojillo para seguir con vida. Guarrotxena tuvo el segundo en un disparo desde la frontal que se fue arriba y en una brillante acción de Maikel Mesa a la que no supo poner rúbrica, disparando demasiado cruzado; y Aurtenetxe se sumó al festín con una peinada a saque de esquina que Juli tuvo que sacar cuando la pelota ya se colaba por el palo corto.

Era el minuto 37 y del Córdoba seguía sin haber noticias. El balón le duraba un suspiro y su presencia en el verde apenas se notaba. El equipo necesitaba una acción que le acabara de enchufar al partido y apareció con un robo de Guille a Hervás que terminó con ambos protagonistas en el área local: el cordobés interceptó el disparo a quemarropa del asturiano. Alfaro, y Antoñito y Cisma con sus piernas menos buenas, dieron forma al principio de reacción cordobesista, aunque Roberto apareció para mantener la corta renta local.

Ese final llevó a Terrazas a meter a Kijera por Hervás. Seguramente el técnico esperaba un nuevo paso al frente visitante y, aunque no fue inmediato y hasta Pedro Martín volvió a inquietar con su superioridad a Caro en el juego de espaldas, tampoco se hizo esperar. Con el Mirandés cansado, los huecos aparecieron al tiempo que el Córdoba movía la pelota con más velocidad, y eso provocó una primera aproximación con cabezazo de Alfaro que Roberto desbarató con un paradón. El susto hizo tambalearse al cuadro burgalés y dio alas a su enemigo, que empezó a dar síntomas de clara mejoría, jugando bastante más en campo contrario, sabiendo qué hacer con el balón. Sobre todo en las recuperaciones, que normalmente pillaban fuera de sitio a los locales, a los que ya les costaba más hacer el balance, como pudo verse en la acción del empate, a pesar de la notable definición de Juli.

Quedaba media hora y el partido había entrado en una nueva dimensión. El Córdoba iba de menos a más mientras el Mirandés hacía el camino inverso. De ahí el perfil de las susticiones: Terrazas buscaba la consistencia, Oltra el volteo definitivo. Lo tuvo en su bota izquierda Rodri, pero se encontró con Roberto; luego el pichichi abusó en una contra tres para dos antes de que la entrada de Borja Domínguez dibujara un final con más intentos de media distancia que otra cosa. Pero el partido no murió sólo en el área rojilla, pues Pawel también sufrió algún sobresalto con una pérdida de Caro ante Pedro Martín a la que no llegó Sangalli y, sobre todo, con un zapatazo de Mesa al que el polaco respondió bien. La última bala del CCF, en la figura de Quiles, quedó casi en anécdota porque se consumió con rapidez un duelo que evidenció que este equipo anda lejos del nivel requerido para aspirar a lo máximo. Al menos hoy, donde es difícil encontrarle defensa.

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