El Córdoba salvó un punto de su visita a Miranda de Ebro, en un partido cuya primera parte volvió a ser para reflexionar. Esta vez, al menos, el equipo blanquiverde reaccionó tras el descanso y, aunque con poco fútbol, sacó un punto gracias a su insistencia.

De nuevo la puesta en escena del Córdoba fue bastante decepcionante. El conjunto blanquiverde salió frío y descolocado al choque, incapaz de imponerse en el centro del campo y a merced de un rival que atacó más, aunque con poco acierto. Un nuevo desajuste defensivo, en el el que Bijimine perdió su marca de manera flagrante, costó el gol de Pedro Martín, en un problema que se repite una y otra vez y que no se corrige -algo de responsabilidad tendrá Oltra en ello- en el conjunto blanquiverde. Con el marcador en contra, la reacción fue tímida, aunque en los últimos cinco minutos sendas ocasiones de Donoso y Domingo Cisma pudieron devolver el empate al marcador.

En el segundo acto, el Córdoba explotó más los costados y empezó a hacer cierto daño a su rival, que terminó cediendo por sus propios errores y el bajón físico. El gol de Juli dio alas a un equipo que lo intentó y que acabó con dos delanteros sobre el campo, pero que careció de claridad a la hora de atacar y tampoco fue capaz de avasallar a un adversario cansado.