Un millar de cordobesistas arropan al Córdoba CF desde Vista Alegre en su camino hacia el ascenso

BARCELONA ATLÈTIC - CÓRDOBA CF

Las mejores fotos del ambiente en Vista Alegre para el Barcelona Atlètic - Córdoba CF
Las mejores fotos del ambiente en Vista Alegre para el Barcelona Atlètic - Córdoba CF / Juan Ayala

Es duro estar a solo una eliminatoria de volver al fútbol profesional tras cinco temporadas merodeando entre la Segunda Federación y la Primera Federación y, para colmo, tener que seguir el partido de ida desde la distancia. Un total de 868 kilómetros por carretera separan el Estadio Johan Cruyff en el que el Córdoba CF se jugaba gran parte del ascenso ante un amenazante Barcelona Atlètic. La lejanía y que tan solo 150 cordobesistas -fueron algunos más- tuvieron la suerte de hacerse con una entrada para acompañar a los de Iván Ania en Barcelona obligaron a la mayoría de los aficionados a vivir el partido desde tierras cordobesas.

Donde más seguidores blanquiverdes se aglutinaron en Córdoba fue en Vista Alegre. El Instituto Municipal de Deportes (Imdeco), al igual que en la ida de la primera eliminatoria de ascenso ante la Ponferradina, habilitó el pabellón para que el cordobesismo pudiera vivir en comunidad el choque. Y esta no defraudó. Más de un millar de aficionados abarrotaron las sillas ubicadas en la pista frente a la pantalla gigante y también en gran parte de las gradas.

La expectación era máxima. Tanto que cordobesistas como Miguel, Rafael, Rodrigo y sus amigos no quisieron desaprovechar la oportunidad y una hora antes del arranque del encuentro ya se asomaron por Vista Alegre para coger sitio en la primera fila. La ocasión lo merecía. "Empatamos en Barcelona y aquí ganamos 3-0 la semana que viene", comentó uno de los jóvenes a los aficionados que se sentaron a su lado. De momento va bien encaminado en su predicción, ojalá sea cierta. Y es que, conforme llegaba la hora del partido, el pabellón adquirió el tono blanquiverde hasta convertirse en una fiesta por y para el Córdoba CF.

Miguel, Rodrigo y Rafael junto a sus amigos en la primera fila de Vista Alegre.
Miguel, Rodrigo y Rafael junto a sus amigos en la primera fila de Vista Alegre. / Juan Ayala

Trasladar El Arcángel a Vista Alegre era el objetivo. Bufandas al cielo y el himno cantado a todo pulmón como si del feudo blanquiverde se tratase mientras que los de Iván Ania saltaban al césped del Johan Cruyff. Incluso la grada de animación habitual del Fondo Sur se animó a vivir el encuentro en Vista Alegre para poner los cánticos y mejorar, todavía más, el ambiente. Aunque no hizo mucha falta, porque la cabeza de Toril a centro de Adilson Mendes disipó los nervios de la afición a los ocho minutos haciendo el 0-1.

"¡Vamos dale Córdoba, vamos campeón!", cantó un pabellón que pitaba a Joan Laporta cada vez que la cámara lo enfocaba en el palco. Un ánimo que desde Córdoba el cordobesismo intentó hacer que llegara a Barcelona. Cada contragolpe, cada centro al área y cada acción defensiva o parada salvadora de Carlos Marín fue celebrada por un Vista Alegre que se convirtió en el fiel reflejo de lo que está viviendo la ciudad con el Córdoba CF en esta 2023-2024 para el recuerdo.

"Está siendo increíble. Nos vamos a llevar este partido y el de El Arcángel también", comentó Miguel al descanso con el 0-1 en el marcador a favor del CCF. Quedaba mucho y lo que sufrieron los desplazados al estadio culé, se sintió también en un Vista Alegre que lamentó ese tanto del empate en los últimos minutos del choque por parte de un Pocho Román que no falló.

Fue justo en ese 1-1 cuando el clásico "volveremos, volveremos, volveremos otra vez" resonó con más fuerza en entre las paredes de Vista Alegre. Y es que la afición del Córdoba CF tiene claro que este empate "no es un mal resultado", como señaló uno de los cordobesistas presentes en el pabellón tras el pitido del árbitro, sino que es el penúltimo paso antes de celebrar el ascenso en El Arcángel el próximo domingo.

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