Si hay algo que nos ha dejado claro la pandemia es que necesitamos reforzar nuestro sistema público de Salud. Si no llega a ser por el nivel y compromiso de los profesionales sanitarios, el impacto del covid hubiera sido mucho más letal de lo que hemos visto. Por ello, no se entiende que ahora, con la llegada del verano y de las vacaciones, sigamos en la misma tónica que en la época prepandémica, es decir, racaneando a la hora de realizar los contratos de sustitución u ofrecer unas condiciones laborales difícilmente explicables.

El movimiento se demuestra andando y la frase del consejero de Salud y Familias, el cordobés Jesús Aguirre, de que hay que poner los medios para evitar "la fuga de batas blancas" no puede quedarse solo en eso, en una declaración de buenas intenciones, mientras que la realidad nos dice que los jóvenes que se forman en esta tierra se ven obligados a salir porque en otras comunidades autónomas les ofrecen mejores condiciones económicas y de proyección.

Como adelantó ayer este periódico, apenas el 10% de los contratos para sustituir a los facultativos de Atención Primaria en Córdoba se han cubierto este año. Son los datos que maneja el Sindicato Médico (Simec), cuyos responsables advierten de que "todos los veranos estamos mal, pero cada año vamos a peor" porque en esta época queda al descubierto el "déficit de profesionales" que hay en Córdoba, además de que muchos jóvenes se van fuera de España "no solo por las condiciones retributivas, sino porque realmente están más respetados, tienen más estabilidad laboral y pueden disfrutar más de esta profesión". Aquí, "con cupos de hasta 60 o 70 pacientes al día, sin tiempo y sin medios, eso frustra al paciente y al profesional". No hay más preguntas.

Pero la preocupación no acaba ahí. Otro sindicato, el CSIF, ha alertado del fuerte descenso de las contrataciones en el Plan de Vacaciones para este año de los centros sanitarios de la capital y de la provincia, algo que "podría repercutir directamente en la calidad de la atención a los ciudadanos durante el periodo estival". El sindicato ha informado de que, en el caso del Hospital Universitario Reina Sofía, la Consejería de Salud tiene previsto realizar este verano un total de 308 contrataciones, un 63% menos que en 2020. Si a todo esto le sumamos la denuncia del Sindicato de Enfermería Satse sobre el cierre de camas y la reducción del número de operaciones, el panorama sanitario cordobés parece desolador de cara a los próximos meses.

Con una pandemia aún muy viva y con los datos de covid que arrastramos en las últimas semanas pese al plan de vacunación, no se sostiene esta política de reajustes -recortes- que los responsables de Salud están implantando, por mucho que se quiera justificar por el alto gasto ya realizado antes. Porque como dijo Saramago, "todo cielo tiene su Lucifer y todo paraíso su tentación".