Córdoba vivió el pasado martes un día importante, que no determinante, para su futuro. Los empresarios de la provincia, de la mano de la patronal CECO, y el Ayuntamiento de la ciudad se fueron a Madrid para desarrollar una jornada de trabajo en la sede de la CEOE, la casa de los empresarios españoles. Allí estuvo el máximo representante de la organización, Antonio Garamendi, para decir que tenemos un gran atractivo para emprendedores, sobre todo por nuestra posición logística. Era lo que procedía en el marco de un encuentro que se denominó Córdoba para Invertir: Hello World y que trató de exponer la potencialidad de esta tierra con la futura Base Logística del Ejército de Tierra (BLET) como eje tractor. De hecho, la presencia de altos mandos del Ministerio de Defensa fue muy destacable, empezando por el Jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra (JEME), Amador Enseñat y Berea.

En Madrid se expusieron todos los atractivos que desde del punto de vista económico tiene Córdoba de la mano de la BLET, se especificaron uno a uno los contratos que esta infraestructura va a generar a corto y medio plazo y sus bondades desde el punto de vista de la innovación y la tecnología para las próximas décadas. En líneas generales, y con algunos matices, se puede calificar como exitoso este encuentro, tanto por el contenido como por el continente.

Pero uno de los aspectos a destacar es que esta iniciativa forma parte de las acciones diseñadas por la Oficina de Apoyo al Inversor que promueve CECO y que tendrá su continuidad con una jornada de trabajo similar en los próximos meses en Bilbao. Con lo que ya sabemos y la experiencia -no siempre positiva- de lo que se ha hecho en la ciudad para atraer empresas en las últimas décadas, el trabajo de esta entidad se presupone complejo, largo en el tiempo e incluso dificultoso. La realidad es que, aunque duela, en Córdoba no hemos sabido "vendernos" en otros puntos del país e incluso a nivel europeo para captar proyectos que favorezcan el crecimiento. Y, cuando lo hemos hecho, otras ciudades vecinas, con más trayectoria y habilidad en estos asuntos, nos han ganado la partida.

Sin restar importancia al proyecto de la Base del Ejército y al atractivo que por sí misma tiene, lo verdaderamente provechoso para la ciudad sería que esa Oficina de Apoyo al Inversor desarrollara una actividad ambiciosa, sin complejos, discreta incluso, con profesionales capaces, así como evitar que se convierta en una plataforma para proyecciones personales o autobombo. La música que nos han puesto sobre la mesa suena bien, pero ahora necesitamos una letra que esté a la altura. Y, como siempre, todo pasa porque los propios cordobeses nos creamos lo que tenemos y lo que nos puede venir. Argumentos tenemos de sobra, pero...