Mensaje en la botella

Córdoba mira ya a las municipales

Los que pensaban que lo tenían hecho para mantenerse como alcaldes tendrán que ganárselo

Lo ocurrido el pasado domingo en Andalucía va seguir dando mucho que hablar, sobre todo hasta que el presidente de la Junta, Juanma Moreno, tome posesión de su cargo y nombre a su nuevo gobierno, en el que, por cierto, la cuota cordobesa puede tener su peso. Pero al margen de especulaciones, la mayoría absoluta del PP en las autonómicas ha traído como consecuencia que los partidos, principalmente los más damnificados -que son todos menos los populares- hayan decidido pasar página y mirar ya a las elecciones municipales del último domingo de mayo de 2023. Vaya por delante que extrapolar los resultados del 19 de junio a los ayuntamientos es demasiado atrevido, ya que en las locales se mira mucho más a la persona y al trabajo realizado que a las siglas.

No obstante, tampoco se deber perder de vista que unos llegarán con la moral por todo lo alto y otros -la izquierda- cabizbajos, conscientes de que las decisiones que adopte en estos meses el deteriorado gobierno de Pedro Sánchez pueden ser determinantes. En cualquier caso, los números de las municipales tendrán una lectura política muy importante, porque pueden aclarar algo más las opciones de PP y PSOE para dirigir los designios del país en los próximos años.

En Córdoba, tanto PSOE como IU ya han dejado claro que no quieren entrar más en analizar su gran fiasco en las andaluzas y que ahora se centrarán en las candidaturas en los municipios. Es lo lógico, porque más allá de que su autocrítica ha sido muy banal y poco creíble, la izquierda cordobesa tiene que recomponerse si quiere salvar las numerosas alcaldías que gestiona en la provincia. Sin olvidar tampoco la Diputación, ya que un cambio de gobierno en el Palacio de la Merced sería un golpe muy duro para los socialistas, como ya se comprobó en 2011.

A nadie escapa que la convocatoria de mayo de 2023 nada tiene que ver con la de la semana pasada, pero sí ha puesto sobre la mesa que aquellos que pensaban que lo tenían casi todo hecho para mantenerse como alcaldes o alcaldesas tendrán que ganárselo ante la ciudadanía. Y quien mejor lo tiene hasta el momento es el de Córdoba, José María Bellido (PP), que a menos de un año para las locales ni tan siquiera sabe quiénes serán sus adversarios en las urnas. PSOE, lo que queda de Ciudadanos, IU, Vox y Podemos no han tomado una decisión todavía sobre sus candidatos y, visto lo visto, parece que van tarde. Eso no quiere decir que no haya margen de mejora, porque la política en este país cambia a una velocidad de vértigo. Que se lo pregunten a Pablo Casado, despojado del poder en el PP y olvidado por la opinión pública en solo unas semanas.

Es evidente que Córdoba mira ya a las municipales de 2023. Nos esperan unos meses de muchos movimientos y de alguna que otra sorpresa. Pero como decía un castizo, no solo basta con mirar, sino que además hay que ver, que son dos acciones muy diferentes.

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