Las etapas se van sucediendo. Los momentos vitales van variando, evolucionando, creciendo, cambiando. Pasamos fases transitorias, nos creemos que se trata de subir peldaños, de acceder escalón a escalón a metas que tenemos preestablecidas, transitamos por caminos que supuestamente nos llevan a hitos marcados y tachamos como alcanzados, en el mejor de los casos. A la precampaña le sigue la campaña, al último examen le sigue -de manera más o menos inmediata- el primer trabajo, y así nos la pasamos, preparando lo que viene, siendo críticos con nuestro hoy, y con la vista puesta en lo que vendrá, pensando en lo siguiente, cerrando el asunto para ponernos con el próximo.

Estos días se plasman titulares sobre planes de inversiones, ejecuciones de proyectos pendientes, se encargan ahora obras, hasta se pagan anticipos de ayudas. ¿Se hace por el hoy o por lo que vendrá? Nuestros gobernantes ahora se reúnen con gremios olvidados, con colectivos a los que no han oído y no sabemos si escucharán, pero que tienen mucho que decir. Estaría bien que esto de ahora fuese cierto, se aprovechase de verdad, se viviera por sí mismo, sin ser el peaje ni el paso obligado para llegar a sus metas más inminentes. Estaría bien enriquecerse con lo de ahora.

Y mientras, a nosotros, se nos pasan las relaciones, se nos pasa la crianza, se pasan los conflictos laborales y, ¿el durante? Las experiencias aportan desde que se viven, no sólo por las enseñanzas de cara al futuro, no sólo por lo que curten para lo venidero. Intentemos concentrarnos en lo que nos está pasando, en lo que nos toca ahora, porque puede que incluso lo que contemplamos con la convicción más absoluta de eternidad, dé un quiebro, nos sorprenda y de repente un día no esté. Puede que se cierre esa parte de nuestra historia, pase el capítulo, y nos veamos en el mañana.

En cualquier caso y, como no me siento capaz de enseñanza alguna, solo insisto, ¡señoras, señores, al durante! Seamos capaces de saborear y exprimir el ahora, dejemos de planificar el hoy en función del mañana, porque puede que hoy mole mucho y no lo estemos disfrutando lo suficiente, y solo lo estemos concibiendo como un ensayo para la definitiva. Hoy ya es definitivo.

Lo que sí está claro es que todo pasa y hasta las estructuras que tenemos concebidas como eternas pueden no durar para siempre, …o sí. Por si acaso, exprimamos el durante.

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