En cualquier grupo humano se reparten tareas, funciones y roles. Cada uno juega su papel y tiene su cometido dentro del equipo. En función de los miembros y la dimensión del grupo, estaremos más o menos departamentalizados, pero en cualquier formato y en cualquier ámbito, cada uno desarrollará una misión y hasta un perfil.

En las aulas, en toda asociación, agrupación y por supuesto, en los equipos de trabajo y hasta de gobierno, carácter, talante y capacidad configuran el elenco. Las cualidades de cada integrante conforman el perfil del grupo, que el grupo es el que es precisamente por sus integrantes, piezas definitorias y definitivas del equipo y hasta del líder y el tipo de liderazgo a ejercer.

En toda corporación, en todo equipo de trabajo aparecerán el comprometido, el abusón, el fresco, el remolón, la resolutiva o el fiasco sin más. La sorpresa, la ratificación y la decepción. Cada uno sabrá cuál asume y cuál reparte. Lógicamente, en ese casting de papeles la interacción de unos con otros, la lealtad entre todos y el engranaje de las piezas, será lo que defina el tino de la formación.

En política tenemos mil ejemplos de roles, perfiles y liderazgo. Tanto cuando se desmorona el equipo, como cuando el viento sopla de cola. Este fin de semana ha sido especialmente intenso para muchos, días de configuración de equipos varios y determinantes para todos. Más de uno, más de un líder buscando, eligiendo y comunicando perfiles. Desde el Comité Federal extraordinario del PSOE en el que ratificaron nuevos nombramientos, al momento de formación del equipo de la Junta de Andalucía. Mañana conoceremos el nuevo gobierno de nuestra tierra.

Imposible no dedicarles atención a los puzles de uno y otro. Que más allá de los juegos y discusiones, las adivinanzas y vaticinios, más allá de las apuestas que a muchos nos encanta hacer sobre perfiles, piezas y nombres elegidos para la conformación de los equipos, lo que procede es desearles a unos y otros todo el acierto, porque de ello dependerá en gran parte el futuro de todos, el futuro de esta tierra.

Que miren a un lado y a otro, que busquen ejemplos, aprendan de algunos y destierren actitudes de tantos. Merecemos y esperamos líderes que eviten el abuso del voto de calidad y lo absoluto, que rehúyan de posturas no muy lejanas que supongan mostrarse enclenque con el poderoso y avasalladores con el indefenso. Hartos del débil con los fuertes y del fuerte con los débiles. Nueva etapa, nuevos grupos. Ansiados e imprescindibles los aciertos.

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