Elecciones

Mercasevilla cierra la campaña

  • Zoido se defiende de los ataques de IU y PSOE y desempolva la polémica el día en el que se filtró la citación como imputado de Torrijos · Espadas tiende la mano a los indignados y se presenta como el PSOE del cambio.

Ados días de las elecciones municipales, poco queda por decir, eso es lo que pensó el moderador del debate televisado que emitió anoche Giralda TV, el último de la campaña. Pero el candidato popular, Juan Ignacio Zoido, se sacó de la manga el as de Mercasevilla y logró dar un golpe de timón a la campaña electoral al desempolvar la polémica. Después de una campaña nada estridente -que los rivales han calificado de perfil bajo-, Zoido elevó el tono y respondió al PSOE y a IU, que atribuyeron al PP la cultura del pelotazo, poniendo como ejemplo de urbanismo especulativo el caso Mercasevilla, que salpica a ambos partidos políticos.

La referencia a este escándalo judicial hubiera quedado en una anécdota o -por qué no decirlo- en un buen golpe de efecto del candidato Zoido, si todo hubiera quedado ahí, en el debate, que se grabó a las nueve de la mañana. Pero horas después, antes de las tres de la tarde, la filtración de la citación judicial como imputado en Mercasevilla de Antonio Rodrigo Torrijos crispó el ambiente. La respuesta llegó de boca del consejo local de IU que, tras apuntar que el candidato no ha recibido aún citación alguna, acusó duramente a la juez Mercedes Alaya, instructora del caso, de "entrometerse en lo más alto y soberano proceso que tiene el sistema democrático, cual es el momento electoral". IU piensa, y ayer lo puso por escrito, que el objetivo del juzgado es restar votos a esta coalición siguiendo la directriz del juez y candidato del PP, Juan Ignacio Zoido.

Abierta la caja de los truenos, el mitin de Mariano Rajoy, con el que Zoido adelantó ayer su cierre de campaña, estuvo animado con el grito de "paga la gamba", en referencia a la famosa mariscada de Torrijos y el director gerente de Mercasevilla, también imputado en el caso, en Bruselas y que ha supuesto la más dura campaña de desprestigio para el alcaldable del IU. Ya en el debate, Torrijos intentó frenar a Zoido sin mucho éxito, a pesar de que incluso Espadas intentó echarle un capote en una ocasión. El popular había calculado bien los tiempos y, a mitad del programa, recordó la peor de las herencias del actual gobierno de coalición PSOE-IU: los escándalos judiciales. Y, una vez que había despertado a la audiencia, despidió el encuentro sacando dos fotografías: la de la célebre mariscada y otra que, según Zoido, retrata a sus dos principales rivales, una instantánea tomada en la Feria de 2010 en la que se ven compartiendo mesa a Torrijos, Espadas y Monteseirín.

El PP apuró los últimos minutos de pantalla de la campaña para reforzar varios mensajes: Torrijos = Espadas; tienen un pacto oculto; votar a la izquierda es retroceder a lo peor del último mandato; mi prioridad es el empleo y yo soy la única opción de cambio posible y favorable para todos.

Espadas, que puso los puntos sobre las íes a Zoido advirtiéndole con seriedad que no se atreva a poner en duda más su honestidad, hizo un intento desesperado por captar la confianza de los indecisos, incluso de los indignados que acampañan y toman las calles estos días. Y, tras haber reivindicado días atrás el legado de su antecesor, ahora se desvincula y se presentó como un rostro nuevo, un cambio dentro del PSOE, una opción nueva dispuesta a corregir las cosas negativas.

Torrijos, por su parte, basó su última aparición en un debate en reivindicar sus logros y dejar claro que la paternidad de los carriles bici, los campos de césped que ayer visitó, las viviendas sociales y el bonobús solidario es suya en exclusividad. Hizo reproches al candidato socialista y dedicó varias miradas hirientes al popular. Los dos representantes de la izquierda coincidieron en atacar a Zoido con la misma arma: el miedo a la derecha "pura y dura" que diría el de IU. Y fue entonces cuando el popular contraatacó y se adelantó a Espadas -lo copió, dirían los socialistas- para recordar que su prioridad es el empleo, "algo que no han sabido resolver ninguno de los partidos en el gobierno".

Tanto Torrijos como Espadas tuvieron menciones especiales para los ciudadanos indignados que se concentran en las setas. ¿A quién le preocupa más este movimiento? Zoido cree que los manifestantes critican a los partidos que han gobernado, a la izquierda por tanto. Pero en las pancartas también se incluye a los políticos del PP. El perfil sociológico de la mayoría de indignados de Sevilla es el de jóvenes comunistas, algunos de ideas muy radicales e incluso antisistema que, o no votan, o lo hacen en blanco o confían en Torrijos. Aunque ayer muchos se plantearon elegir a alguna formación minoritaria alternativa para que se contabilizara la protesta en las urnas.

La campaña se acaba. El PSOE explotará hoy el último cartucho con el mitin de Felipe González en Amate, un barrio donde se ha volcado. Y el PP invadirá la ciudad con la marca Zoido en un peculiar carrusel para romper moldes.

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