Córdoba

Unos ladrones asaltan de madrugada un taller de joyas junto a la Magdalena

  • Los delincuentes acceden a la vivienda por la azotea y utilizan una lanza térmica para abrir la caja de seguridad

Un taller ubicado en la calle Isabel II, junto a la Magdalena, se convirtió ayer en el escenario del último golpe contra la joyería en Córdoba, el noveno que tiene lugar desde julio. El incidente se produjo entre las 03:00 y las 07:00 de ayer, según informaron ayer los afectados, una empresa familiar con más de 30 años de experiencia en el sector. Según las primeras pesquisas, los ladrones accedieron al inmueble a través de la azotea y el patio, forzaron una puerta y entraron en las oficinas.

Una vez allí, no tuvieron dificultades para llegar a la caja fuerte, que abrieron con la ayuda de una lanza térmica, una herramienta usada en cerrajería que tiene la capacidad de fundir acero o prácticamente cualquier material gracias a las altísimas temperaturas alcanzadas. Los ladrones, que fueron directos a la caja fuerte y apenas registraron las dependencias, también utilizaron otras herramientas como palancas. "Se lo han llevado todo", indicó uno de los propietarios, que no supo cuantificar la cantidad de oro y joyas que guardaban en la caja de seguridad.

A mediodía, los agentes del Cuerpo Nacional de Policía sacaban del inmueble algunas de las pruebas halladas, como el haz de varillas de cobre y la bombona de oxígeno que necesita la lanza térmica para entrar en funcionamiento. La ausencia de rastros en el registro hizo pensar a los propietarios que los asaltantes conocían la disposición del edificio y el lugar concreto donde se guardaba el oro.

El taller contaba con una alarma que se activa con una tarjeta telefónica, que los ladrones desconectaron sin dificultades. "Sabían dónde iban", lamentó el joyero, que en 30 años de negocio no había vivido una situación similar. La Comisaría ha abierto una investigación para intentar detener a los delincuentes, que al resguardo de la noche, y sin hacer ruido, salieron por la puerta principal del edificio sin levantar las sospechas de los vecinos. Fue el propietario de una vivienda próxima quien, por la mañana, llamó a los empresarios para decirles que la puerta del taller se encontraba abierta.

El robo de ayer es el noveno que sufre el sector de la joyería desde el mes. La Asociación Provincial de Joyeros, Plateros y Relojeros ha contabilizado ocho incidentes desde el 17 de julio, cuando una banda de especialistas desvalijó la joyería Alfaros en un robo de película. Después hubo nuevos sucesos en la Relojería Suiza -en plena cale Claudio Marcelo-, adonde entraron mediante el procedimiento del butrón, o en un taller de Cañero. Los atracadores sacaron aquí su rostro más violento, y no dudaron en sacar las armas para encañonar a los propietarios.

Lo cierto es que la joyería cordobesa siempre ha sido víctima de robos , pero en los últimos se ha identificado sobre todo por la conjunción de dos motivos: la crisis económica y el alto precio del oro. Tanto temor cundió entre los profesionales que la Subdelegación del Gobierno convocó una reunión de urgencia el pasado 11 de octubre para analizar la situación y planear un dispositivo especial de vigilancia. El Gobierno central, no obstante, descartó que haya una banda organizada de delincuentes profesionales asentada en Córdoba, ya que en los incidentes que se han sucedido desde julio se han empleado diferentes modus operandi.

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