-¿Cuáles son las prioridades?

-Uno de los principales retos es la cronicidad, que va en aumento, debido a la mayor esperanza de vida. Para afrontar este incremento de enfermos crónicos tenemos que adaptar el sistema. Es un gran reto. Y aquí la Atención Primaria juega un papel vertebrador a la hora de tratar a la persona en su globalidad, en su entorno. Tenemos cálculos: Nueve de cada diez mayores de 75 años van a sufrir un enfermedad crónica; y somos uno de los países más envejecidos de Europa. Hoy más de 100.000 personas presentan pluripatologías y tenemos un 16% de la población mayor de 65 años. En el 2050 estaremos en el 34% de la población mayor de 65 años, según todas las previsiones de futuro. Es un reto y para ello hay que prepararse.

-¿Cómo se está planteando este reto en los hospitales y centros de salud?

-Nuestro principal planteamiento es visualizar las políticas sanitarias. La Atención Primaria como eje vertebrador de la asistencia sanitaria y algo fundamental, tener complicidad de los profesionales, con la participación real en la toma de decisiones y en la planificación. Los profesionales son los que mejor conocen el sistema y sin ellos es imposible la asistencia que se presta día a día.

-¿Cómo se preparará el sistema para asistir a una creciente población envejecida y con múltiples enfermedades crónicas?

-La mayor parte de las consultas en los médicos son personas mayores. En todas las comunidades autónomas se está analizando cómo tratar la cronicidad. Ya se están desarrollando programas para el tratamiento de enfermos con hepatitis, enfermedades cardiovasculares, el control de la hipertensión.... Tenemos que comenzar por la prevención, que es donde se obtienen mejores resultados en salud. La prevención supone actuar sobre el tabaquismo, hábitos saludables como ejercicio físico o la dieta mediterránea.

-Los profesionales son clave para estos proyectos pero muchos se sienten quemados, especialmente en Urgencias.

-En el Plan de Urgencias se están revisando las condiciones de trabajo de estos profesionales al tratarse de una zona donde se produce mayor estrés. Hay que plantearse alguna solución para algunos profesionales que están cansados de trabajar en Urgencias. Estamos viendo qué posibilidades hay.

-Los profesionales han perdido, en gran medida, la confianza.

-En la crisis se perdieron derechos, algunos obligados para evitar la pérdida de empleo que representó la puesta en marcha por parte del Gobierno central de las 37,5 horas. Esta medida nos llevó a los contratos al 75% con el objetivo de evitar el despido de más de 7.000 profesionales. Ahora todo el mundo empieza a hablar de la recuperación económica. La pérdida de derechos o retribuciones como la paga extra se hace de una forma rápida, pero la recuperación se hace de una forma mucha más lenta. Los ingresos se visualizan un año o dos después. La administración pública no percibe la mejora económica de forma tan rápida y además no es tan impresionante como a veces se vende. Se ha empezado por aquellos profesionales que tenían contratos al 100% y pasaron al 75%, que son los eventuales estructurales. Son profesionales que ocupan plazas de plantilla. En este caso, quisiera recordar que el compromiso es que 8.500 profesionales pasen a tener el 100% de la jornada laboral y de sueldo. Estos profesionales ya han recuperado su jornada completa, e incluso 800 profesionales más, que pasaron a ser estructurales tras un análisis de las plantillas. Queda una parte de eventuales residual, que no son estructurales, sino contratos sobrevenidos. Hay un compromiso, que firmó la presidenta con las centrales sindicales: a partir de enero de 2016 ya no se hará ningún contrato más al 75%. Este un compromiso se va a cumplir.