Cultura

El jurado elude la palabra 'violencia' en la justificación de su decisión

  • El informe asegura que San Sebastián ganó por mayoría de dos tercios y dedica la palabra "excelente" a su programa cultural frente al "bueno" que le asigna al resto de las candidaturas presentadas

Si alguien esperaba que el informe final del jurado aclarase alguna cuestión relativa al proceso por el que San Sebastián, y no otra ciudad, terminase como vencedora de la competición por la Capitalidad Cultural Europea de 2016, puede esperar sentado. El documento final, conocido ayer, no aporta ningún elemento sustancial que permita conocer las claves que llevaron al jurado a decantarse por una de las opciones que estaban sobre la mesa. Y, sobre todo, la justificación establecida en su día de que San Sebastián iba a poder superar su larga historia de violencia terrorista organizando una iniciativa de estas características no aparece ni por asomo en los documentos firmados por los doce, y no trece, miembros del jurado que participaron en la deliberación y que han rubricado el documento.

El hecho de que el Ministerio de Cultura colgara primero el informe del jurado y después anunciase que va a investigar el proceso es una magnífica señal de que las decisiones están tomadas y que el Gobierno no tiene mayor intención de mover el asunto. El jurado, de hecho, no hace más alusión a las movida suscitadas tras su decisión apuntando a los medios de comunicación -"especialmente"- "que trataron de dar a una ciudad u otra el papel de favorita". No hay ningún tipo de referencia a las declaraciones de miembros del Gobierno o de alcaldes y políticos de todo el arco parlamentario a favor y en contra de la decisión adoptada finalmente.

Las diferencias entre candidaturas, a este respecto, son de matiz, de vocabulario, poco perceptibles. Para no meterse en líos políticos, el jurado no da detalle alguno sobre qué pasó en las defensas de los proyectos, o en las visitas o qué pudieron o no leer en los dossieres presentados. Todas han realizado un esfuerzo extraordinario, todas cumplen los criterios establecidos en las bases y todas han tenido en cuenta en sus informes finales las cuestiones que el jurado les dijo que tenían que solventar cuando se produjo el primer corte.

Lo de San Sebastián es una cuestión de matiz. Su programa es "excelente". El del resto de candidatas, es "bueno". No existen más consideraciones de renovación urbana, de apuesta a lo largo de los años o de esas cuestiones que, dicen, contaban en el resultado final. El informe del jurado se limita a realizar una ficha por ciudad que resume el título de la candidatura, las características del programa cultural, el aspecto social, sus cualidades urbanísticas y la representatividad política. De Córdoba, se dice que la propuesta era coherente con el simbolismo de la ciudad o que el proyecto era "el adecuado" para desarrollar el sector cultural local. Resalta el programa Crealia -una feria de industrias culturales-, Meridianos -un programa de artes plásticas- o todas las inicitiativas relacionadas con el conocimiento mutuo entre culturales diferentes. Alaba las iniciativas de enfocar el proyecto urbanístico en vaguadas y centrase en la ribera sur del Guadalquivir, aunque no diga por qué y la unidad institucional. El de San Sebastián tiene algún halago más, como que algunas iniciativas están en marcha o que el proyecto fue ardorosamente defendido por su director artístico, Santiago Eraso.

El jurado asegura que se votó, con lo que no hubo la unanimidad que se exigen en primer lugar en las bases. En segunda instancia, San Sebastián alcanzó una "clara mayoría" de dos tercios, según el artículo 6.6 de las bases, que habla de los miembros del jurado presentes. Dado que el director del Festival de Cine Europeo de Sevilla, Javier Martín Domínguez, no asistió, Donostia tuvo que obtener al menos ocho votos, en el desarrollo de la propuesta definitiva alcanzada por el jurado. Pese a no ganar, el jurado le recomienda a las ciudades que han participado que pongan en marcha el máximo posible de los programas presentados "y que sigan haciendo de la cultura un elemento central de su desarrollo".

A partir de ahí, el jurado empieza a realizar una serie de consideraciones que pueden resumirse en una. Cuidado con lo que hacéis. Como se ha dicho, el documento no cita el problema del terrorismo, ni a ETA o a los cambios políticos producidos en el Ayuntamiento donostiarra a raíz de las últimas elecciones municipales, con un partido, Bildu, que declaró que la Capitalidad no era un proyecto prioritario.

El jurado utiliza reiteradamente un argumento bastante extraño en las recomendaciones a San Sebastián: que mantenga los postulados del proyecto presentado. En la línea Sinde -criticada ayer con dureza por el alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto-, reclama que mantenga las bases de excelencia del proyecto que preparó el equipo de Elorza.

De hecho, el comité de selección recomienda "encarecidamente" que mantenga "al equipo artístico y al director del proyecto". El problema es que el director artístico ya no está. "Yo me retiro con mucha felicidad", le dijo el pasado 30 de junio al diario Noticias de Guipúzkoa. Según el texto de la entrevista, había rechazado la dirección de contenidos del mayor centro cultural que se plantea en San Sebastián. Además, por motivos personales -se traslada a vivir a Sevilla- consideraba que es incompatible mantener la dirección creativa del proyecto. Realizaba, además, una puntualización. Podría colaborar si Bildu, que se ha hecho cargo de la dirección política de la candidatura, "respeta las reglas del juego". Mientras tanto, el jurado reclama que se confirme "tanto la responsabilidad global del director artístico en la calidad del programa como su absoluta independencia en la realización de las decisiones artísticas". Eraso ya fue objeto de polémica. El Ministerio de Cultura decidió nombrarlo para una asesoría, decisión que se reconsideró a raíz de que la publicase El Día. El jurado le pide a San Sebastián que tenga en cuenta que lo que viene por delante es muy complejo y que se tiene que dotar de una estructura bastante amplia ante la amplitud del reto.

Aunque la política no tiene que ver con estas cosas, el comité de selección sí que deja determinadas iniciativas que no tienen que ver con la estricta gestión creativa del acontecimiento. Por ejemplo, pide que el Ministerio de Cultura pase a ser un organismo miembro de la Capitalidad Cultural de 2016 y no un mero financiador del proyecto. Además, reclama que exista una atención a la pluralidad política en este asunto con la representación de todos los partidos en los órganos de decisión.

Una de las consideraciones que realiza el comité de selección al Gobierno es que tengan en cuenta a las ciudades que no han ganado la competición. Le pide, explícitamente, que presten un apoyo especial a las ciudades para que puedan desarrollar sus iniciativas. Estas excandidatas yan han iniciado las consersaciones para llevar a cabo algún tipo de red cultural para aprovechar la experiencia adquirida.

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