Cultura

Los historiadores del arte reivindican su papel en la cultura en su día internacional

  • Los profesionales piden la creación de un perfil profesional que les reconozca como intérpretes del patrimonio

  • La formación universitaria cumple la expectativas pero el futuro laboral puede ser un camino difícil

  • ¿Cómo se construyó Medina Azahara?

Interior de la Mezquita de Córdoba.

Interior de la Mezquita de Córdoba. / Juan Ayala

Este lunes, 1 de junio, se celebra el Día Internacional de los Historiadores del Arte, una figura que trabaja desde la investigación para hacer que la sociedad conozca todos los aspectos culturales de su pasado. Su aportación es clave para completar el conocimiento de las civilizaciones previas, costumbres y sociedad a través de las creaciones de pintores, escultores y arquitectos, y es además la fuente principal de conocimiento para que el sector turístico aproveche el patrimonio local.

El reconocimiento de su labor y el apoyo desde las instituciones son los mayores reclamos de estos profesionales que decidieron dedicarse al conocimiento y la promoción del arte. Así lo explica Ángel Marín, historiador del arte y concejal de Cultura en Fernán Núñez, que recuerda que juegan “un papel fundamental para el patrimonio”. Así, Marín pide “que se reconozca nuestro perfil profesional, igual que el de otros profesionales”, para que la sociedad “pueda palpar en realidad el trabajo que hacemos”.

En este sentido, destaca que el nuevo proyecto de la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía los reconoce “como profesionales en la difusión del patrimonio”, algo que considera un derecho tras todo el trabajo que desarrollan estos historiadores para ahondar en el conocimiento de las creaciones artísticas. Además, recuerda que el material creado por ellos en sus investigaciones “es parte de la información histórica con la que se trabaja en las visitas guiadas a monumentos del sector turístico”, por lo que su papel y relevancia se extienden más allá del análisis de los datos.

Marín trabaja desde Fernán Núñez para conseguir que la cultura y los historiadores del arte adquieran la valoración que merecen. Desde el municipio proponen jornadas de historia y arte en las que “se fomentan los encuentros entre investigadores y se ayuda a la promoción y difusión de sus trabajos”.

Ángel Marín. Ángel Marín.

Ángel Marín. / El Día

Otro ejemplo de su trabajo es la colaboración con la localidad de Santaella en un proyecto “que une las parroquias de ambos pueblos, la de Santa Marina Aguas Santas en Fernán Núñez y la Asunción en Santaella, a través de un estudio histórico-artístico de ambos templos”. Marín explica que con ellos “se puede hacer un recorrido de los estilos desde el siglo XIV, todas las líneas las tenemos entre los dos”. Se trata de una apuesta turística que une a ambos municipios y que suma valor al resto de monumentos que poseen.

La Universidad de Córdoba (UCO) tiene un grado en Historia del Arte, además estudios como el máster en Gestión del Patrimonio, que hace que a la vocación de sus estudiantes se sume “la posibilidad de especializar tus estudios”. Muchos de los alumnos optan por las oposiciones al concluir los estudios, ya sea para la enseñanza o para la gestión de espacios culturales como los museos, y Marín apunta que eso se debe, en parte, a que “cuando sales te encuentras con que tu profesión no existe, te topas con muchas dificultades añadidas”.

No obstante, matiza que se trata de unos estudios que “requieren de mucho esfuerzo para incorporarte al mercado laboral”, ya que es fácil encontrar “contratos precarios y muchas desilusiones, pero hay salida”.

A punto de encontrarse con ese mercado laboral se encuentra la estudiante de la UCO Blanca Toscano, que está completando el grado en Historia del Arte. En sus planes de futuro se encuentran las oposiciones “por la seguridad que da y que yo siempre he tenido en mi familia, mis padres han sido funcionarios”.

En cualquier caso, Toscano asegura que ha elegido sus estudios “en base a lo que a mí siempre me ha gustado y pienso que me va a hacer feliz trabajando, no lo que todo el mundo piensa que tiene un futuro”. En este sentido, remarca que “no me arrepiento de haber cogido esta carrera porque ha cumplido con creces mis expectativas, siempre me ha gustado la historia y la asignatura de arte en bachillerato me encantó”.

En el aspecto universitario, confiesa que inició la carrera “pensando que me había equivocado”, pero afirma que, “aunque siempre hay cosas a mejorar, los cambios que se han hecho en el plan de estudios son positivos y las asignaturas están bien planificadas”.

Esta futura historiadora del arte siempre ha mantenido “un gusto por nuestro patrimonio y nuestro pasado, nuestra conexión con Roma y Al-Andalus”, algo que le mantiene ilusionada durante sus estudios y que no ha variado con el tiempo.

De hecho, considera que el papel del historiador del arte es esencial para conocer el pasado e incluso “revivir nuestros mejores momentos y los que la gente ni siquiera conoce”. En este aspecto señala que “la gente lo ve solo como turismo, no ve la importancia cultural y social, sino que hay elementos que adornan y decoran los sitios donde van de vacaciones”. Por ello, valora que su futura labor “es un trabajo que no se ve pero que es realmente importante”.

Blanca Toscano. Blanca Toscano.

Blanca Toscano. / El Día

Tanto Ángel Marín como Blanca Toscano resaltan la suerte de haber estudiado en Córdoba y tener cerca todo su patrimonio. La estudiante considera que “no hay mejor ciudad para estudiar historia del arte, y yo no escogería ninguna otra”.

Como ellos, muchas personas luchan por la cultura y el patrimonio como historiadores del arte, mientras que otros tantos se están formando para conseguirlo. Para todos ellos, el 1 de junio reconoce su esfuerzo por enriquecer la sociedad actual completando el puzle del pasado y sacando brillo a sus tesoros, que además en Córdoba los hay por doquier.

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