En una jugada política propia de quien la suscribe, el presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, pidió ayer a los partidos del arco parlamentario que expongan sus propuestas sobre el futuro de los complementos de pensión que perciben actualmente los parlamentarios. Esta iniciativa se produce poco después de que el presidente del PP, Mariano Rajoy, solicitara en la convención celebrada por los populares el pasado fin de semana en Sevilla la revisión por considerar que esos complementos que perciben 80 de sus señorías suponen un "privilegio". Pero el presidente de la Cámara Baja requirió a los portavoces para que se pronuncien también sobre posibles mejoras del régimen de incompatibilidades y sobre la publicación del patrimonio de diputados y senadores, dos asuntos que el PP no ha visto con buenos ojos hasta ahora.

Esta invitación ha sido enviada por carta tanto a los grupos parlamentarios del Congreso como a los del Senado -en este caso, a través de su presidente, Javier Rojo-. Y los partidos tendrán quince días para contestar.

En su carta, Bono recuerda que el vigente sistema de complementos de jubilación -que garantiza llegar a la pensión máxima a los parlamentarios con dos legislaturas que no la obtengan por sus propios medios al llegar a los 65 años- se aprobó por unanimidad en julio de 2006 en las dos Cámaras. "Todas las fuerzas políticas representadas en ambas Cámaras, sin excepción alguna, otorgaron su conformidad expresa a su contenido", insistió el dirigente socialista.

El presidente del Congreso reconoció que "varios diputados" han hecho público su parecer contrario al Reglamento de Pensiones y, algunos han manifestado también la necesidad de una mayor transparencia y la supresión de un privilegio en el ámbito parlamentario. En concreto, la portavoz de UPyD, Rosa Díez, ha sido el diputado más activo contra este complemento de las pensiones.

En el pasado, Bono amortiguó esta deriva recordando que el presupuesto anual del Congreso equivalía al dinero que pagó el Real Madrid por Cristiano Ronaldo.

Dicho esto, Bono intentó situar este debate en "el rigor, en la máxima transparencia informativa y en la ejemplaridad de la función parlamentaria, y sin dar lugar a planteamientos demagógicos o partidistas".

"Pretendo evitar el daño injusto que la falta de información pueda provocar en la imagen de los representantes de la soberanía nacional y favorecer la transparencia de la función parlamentaria y la dignidad de los diputados", agrega en la carta el presidente del Congreso en un intento de justificar la fijación de un plazo máximo de 15 días.

Pero Bono no se limitó sólo a las pensiones, sino que sacó a colación otras dos cuestiones respaldadas por las minorías: el régimen de incompatibilidades, que permite a muchos parlamentarios seguir con sus profesiones y negocios pese a que deberían trabajar en el Congreso o en el Senado "en régimen de dedicación absoluta", y a la publicación de las declaraciones de bienes y renta como se hace en algunas asambleas regionales.

Bono se mostró a favor de hacer públicas las declaraciones de bienes y de renta también en el Congreso. "Creo que esa posibilidad puede resultar de interés para quienes deseamos el mayor nivel de transparencia. Es decir, para que no haya zonas de sombra", explicó. En su opinión, las incompatibilidades y las declaraciones públicas también afectan a los principios de transparencia y ejemplaridad, incluso más que las pensiones de ex parlamentarios. "¿Qué es más grave, complementar una pensión cien euros o aceptar una compatibilidad de millones de euros?", se preguntó.

Bono insistió en defender el sistema de complemento de pensión y recordó que sólo afecta hoy a menos de 80 de los 3.600 parlamentarios que pasaron por las Cortes -se refirió a un diputado con una enfermedad terminal que ha pedido una ayuda y que probablemente no le dé tiempo a recibirla- .

El PSOE, el PP, ERC e IU se mostraron ayer a favor de revisar las pensiones de los parlamentarios para ver si hay algún caso de privilegio, pero defendieron que se haga desde la seriedad y el rigor, evitando la tentadora demagogia.

En este sentido, el portavoz de CiU en el Senado, Jordi Vilajoana, criticó el "ataque de populismo" de Rajoy y le acusó de sembrar la sensación de que los parlamentarios son unos "aprovechados". En declaraciones a Efe, Vilajoana recordó que ese complemento se decidió en su día para compensar la situación en que quedaba un parlamentario que, al final de su vida laboral, no era renovado por su partido y se quedaba en el paro "sin indemnización de ningún tipo" y sin posibilidad de volver