La Federación Española de Fútbol (RFEF) ha tendido sus manos este miércoles a los clubes modestos, esas entidades no profesionales que están sufriendo mucho más que los grandes para soportar las consecuencias económicas de esta crisis del coronavirus a la que aún es imposible verle fin. El organismo ha ratificado en una reunión telemática de su junta directiva una ayuda de 4 millones de euros, anunciada en su día por Luis Rubiales, además de otras partidas.

Ese primer colchón financiero de la RFEF pretende ayudar a los clubes a pagar los salarios de los futbolistas con licencia profesional y a sus respectivos entrenadores desde el 14 de marzo de 2020 y durante este período excepcional por el covid-19. Esa cantidad, informó el ente, proviene de fondos propios y beneficiará a los clubes de Segunda División B y Tercera masculina; los de Primera, Segunda y Segunda B de fútbol sala masculino, y los Primera y Segunda de fútbol sala femenino.

En clave cordobesa, los equipos que podrán acceder a estas partidas con el Córdoba CF, tanto para su primer equipo como para el filial, que milita en el Grupo X junto al Ciudad de Lucena, el Salerm Puente Genil y el Pozoblanco; el Córdoba Futsal, que vive su primer ejercicio en la élite del fútbol sala, y el Deportivo Córdoba Cajasur, representante de la provincia en la Segunda Femenina del 40 por 20.

Estas cantidades van desde un máximo de 40.000 euros para los clubes de Segunda B, en función de su masa salarial, 36.000 euros para los de fútbol sala y hasta 10.000 euros para Tercera, de acuerdo con las condiciones establecidas. Sin lugar a dudas, una ayuda que puede frenar, en parte, el aluvión de ERTE en el fútbol español, que en la categoría de bronce supera ya el 60%.

Pero ahí no queda la cosa. La directiva también reafirmó la concesión de las ayudas de los programas Impulso 23, destinado a Segunda División B y Tercera por valor de 21 millones euros, y Cantera con Valores, con 12,8 millones euros, junto a otros 6 millones para Segunda División B y Tercera por participar en la Copa del Rey -el paso del CCF fue efímero, pues cayó en su debut ante el San Sebastián de los Reyes- y 393.000 euros para fútbol sala femenino.

Ayudas para el fútbol formativo de base

De la primera partida referente al fútbol formativo, y correspondiente a la temporada 18-19, también pillarán un pellizco los clubes de fútbol de la provincia, pues está tiene como objetivo "potenciar el desarrollo de las canteras con estas inversiones, procedentes de los fondos de solidaridad de UEFA".

Eso sí, aquí el mecanismo de solidaridad es menor, dado que los clubes de Primera se repartirán 4.814.658 euros a partes iguales, cantidad similar a la que se distribuirán en Segunda, mientras que el total de Segunda B se queda en 898.736,16 euros y asciende a 2,3 millones para Tercera. La ayuda es a repartir a partes iguales entre los solicitantes.

Por último, el programa Impulso23 busca la máxima profesionalización de Segunda B y Tercera y su ayuda económica (21 millones) se destinará a desplazamientos, arbitrajes, fomento de la base, y en general acciones de profesionalización.

Un empujón económico más que necesario por parte de la Federación Española de Fútbol para unos clubes modestos que son los que peor lo están pasando en este parón competitivo por culpa del coronavirus. Todos ellos ya piensan, de una u otra forma, en el retorno de las ligas y la vuelta a la normalidad, aunque para eso aún habrá que esperar algún tiempo.