Sanidad

Treinta años del 061 en Córdoba: la evolución tecnológica y la aceptación, los grandes cambios

Un equipo del 061 atiende  a un paciente en una ambulancia.

Un equipo del 061 atiende a un paciente en una ambulancia. / El Día

Las tres décadas que cumple el servicio de urgencias y emergencias sanitarias 061 en Córdoba han dado para mucho, y se han convertido en un viaje hacia “un cambio radical” en el que la evolución tecnológica, ejemplificada en la Historia Clínica Digital en Movilidad, parte “fundamental” en ese objetivo perenne por “minimizar los tiempos” de atención, y la aceptación general por parte de la ciudadanía aparecen como los grandes hitos de una unidad en permanente actualización.

“La evolución ha sido espectacular, pasando de la nada a lo que hay hoy; el crecimiento ha sido exponencial”, recalca Jesús Brañas, que como sus compañeros Antonio Mantero y Juan Jiménez lleva desde el primer día al frente del servicio en la provincia. “El cambio es radical, para nosotros y para la población”, añade Jiménez. Esos cambios van desde los recursos materiales a los humanos, y no solo por la ampliación del equipo, que aún hoy se ve insuficiente, a pesar de que en el inicio trabajaban 25 profesionales sanitarios (13 médicos, seis enfermeros y seis técnicos en emergencias) y ahora lo hacen 60 (27 médicos, 18 enfermeros y 15 técnicos), a los que en ambos casos hay que sumar el grupo de operadores, administrativos e informáticos que completan y dan forma al servicio.

Al frente de todos ellos, como director del 061 en Córdoba, está Antonio Mantero, que se detiene de manera especial en el “gran cambio” que ha llegado en este camino de 30 años: la Historia Clínica Digital en Movilidad (HCDM), implantada en todos los equipos del servicio y en casi todos los que son dependientes del SAS, y que permite “anticipar el tratamiento y que cuando vamos a trasladar a un paciente con una patología tiempo-dependiente, en el hospital ya nos esperan y los trasvases se hacen en la unidad que corresponde, no en la zona general de Urgencias”.

Mantero, que recuerda la importancia de los llamados códigos (infarto, ictus…) para esa relación directa cuando son activados, añade que esta implementación “es transparente” y permite comprobar desde el centro de coordinación o el propio hospital el estado del paciente porque puede ser transmitido al instante, lo que “minimiza los tiempos, algo fundamental para atender antes y mejor al enfermo”. Una atención que comienza en el mismo lugar de la emergencia y que no siempre termina con el traslado, pues en ocasiones queda resuelta, lo que lleva a una planificación diferente, con derivación posterior al médico de cabecera.

"Hay muchas vidas salvadas por el camino... aunque no son las que uno quisiera; eso no lo paga el dinero"

Dentro de esa evolución para adecuarse “al siglo XXI”, como apostilla Jiménez, el director apunta que “hace 30 años trabajábamos con un callejero, que había que sabérselo de memoria, y ahora vas con el GPS; para el cardiograma ibas con papel y ahora hasta se ve directamente en el HCDM; hay conexiones bluetooh y tecnología aplicada a la medicina, y tenemos la información básica en una tablet, cuando antes llevábamos chuletas en las batas... pero es el progreso normal”.

A todo eso, el doctor Brañas subraya “el cambio en la organización, en la coordinación y en los recursos” y ahonda más en su exposición: “Ahora la gente sabe a dónde llamar y hace 30 años no se sabía; te ponías malo y llamabas al ambulatorio y hoy hay información, que es la clave, y disponemos de recursos para enviarlos, con más medios tanto materiales como humanos que entonces no existían”.

Algo que sustenta Juan Jiménez, enfermero y coordinador de cuidados del 061, con algo tan simple como que “no había móvil y los avisos se pasaban por un busca y por la emisora, que hoy la seguimos utilizando también”, o con que los monitores desfibriladores “pesaban muchísimo”, hasta 15 o 16 kilos y ahora “pesan la mitad”, son mucho más modernos y están conectados a la Historia Clínica Digital en Movilidad.

Un simulacro en Puente Genil, en los primeros años del servicio en la provincia. Un simulacro en Puente Genil, en los primeros años del servicio en la provincia.

Un simulacro en Puente Genil, en los primeros años del servicio en la provincia. / El Día

Pero a eso añade algo básico: la aceptación de la ciudadanía hacia un servicio que en su momento dejaba algunas dudas porque “la gente no podía entender que fueras a su casa y te pararas a atender al paciente; querían que te lo llevaras al hospital rápido. Pero ahora la gente nos llama, ya confía en nosotros, sabe que lo estamos asistiendo como si fuera en el hospital y no nos meten ninguna prisa. Nosotros lo teníamos claro, pues el objetivo es estabilizar antes de trasladar, pero costaba que entendieran cómo funcionaba el servicio”.

Y es que el objetivo final no es otro que salvar vidas a pacientes que están, casi siempre, al borde de la muerte. Es por eso, como sostiene el doctor Brañas, que para todos los que empezaron “de cero” en el 061 en Córdoba esta transformación, a mejor, supone “una satisfacción muy grande porque damos un servicio a la población que es necesario y hay muchas vidas salvadas por el camino... aunque a veces no son las que uno quisiera, y eso no lo paga el dinero”.

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