Córdoba

La importancia de las esteparias

Las extensas zonas de siembra tradicionalmente ligadas al cereal que existen en la zona norte del Valle del Guadiato y en el sector noroccidental de Los Pedroches acogen algunas de las especies esteparias más importantes y amenazadas de la fauna ibérica. Avutardas, sisones, aguiluchos cenizos y gangas ortega son algunos de los ejemplos de una comunidad de aves que pueblan unas llanuras de singular belleza, pues se alternan con amplias dehesas y con espacios de monte mediterráneo que son la antítesis de los espacios desarbolados a los que hacemos referencia. La protección de estas comunidades de aves ha hecho que se establezca la Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA) del Guadiato, donde ya se están obteniendo importantes avances de conservación tras unos primeros meses de resistencia de los ganaderos hacia esta figura de protección debido a las restricciones que presentaba.

El manejo y la conservación de las esteparias ha mejorado desde el punto de vista ambiental gracias a la llegada de fondos del denominado Life Esteparias. Este programa se desarrolla durante tres campañas agrícolas y ya están los resultados de la de 2011. Para el éxito del programa ha sido fundamental la colaboración de agricultores y ganaderos no sólo del Valle del Guadiato, sino también de los de la Campiña Sevilla y de las zonas del entorno de las lagunas de Fuente de Piedra y Campillos. Según el boletín estepario, la firma de convenios de colaboración alcanzados con los agricultores ha alcanzado los 154, de los que 76 pertenecen a agricultores del Valle del Guadiato. Esto permitirá, según el citado boletín, que se destinen 200 hectáreas técnicas experimentales de cultivos de interés para la conservación mediante la siembra de leguminosas, forrajeras de secano y cereal. Además, se han creado 60 hectáreas de pastizal y otras 178 de siembra exclusiva de leguminosas.

Aparte, el boletín estepario destaca el éxito que ha supuesto la compra de cosechas y de producciones de rastrojera, que "ha supuesto dejar en el campo a disposición de estas especies 1.233 hectáreas de cereal y comprar 1.688 hectáreas de rastrojo", según la citada publicación de la Junta de Andalucía. Estas adquisiciones son fundamental para propiciar alimento, refugio y protección a especies como el aguilucho cenizo, cuyo éxito reproductor está muy vinculado con la época en la que se realiza la cosecha de cultivos cerealistas y con la época de reproducción de las especies de las que se alimenta.

Uno de los trabajos que se desarrollan en el seno del proyecto de conservación de las esteparias es el seguimiento de las distintas especies mediante una metodología muy específica para conocer el desarrollo de las poblaciones. Así, se están estudiando poblaciones como la avutarda, el sisón, el aguilucho cenizo, ganga ortega, cernícalo primilla, el alcaraván, la carraca y la canastera. Algunas especies, según destaca el boletín estepario, tienen una especial dificultad de seguimiento, como es el caso del alcaraván, debido a que esta especie tiene hábitos crepusculares. Del mismo modo, surgen dificultades con la avutarda y con el sisón por la localización de sus efectivos invernantes. Gracias a la elaboración de censos se ha conseguido averiguar, por ejemplo, que el núcleo de avutardas del Valle del Guadiato se ha mantenido estable en unos 168 ejemplares en los dos últimos conteos de invierno.

La conservación de esteparias tan escasas como la avutarda o el aguilucho cenizo suponen un ejemplo de cómo la presencia de estas aves pueden suponer un polo de atracción de riqueza a estas comarcas. En los últimos años se ha despertado un inusitado interés por el turismo ornitológico, que está generando importante recursos en algunas zonas y que podría tener un buen reclamo en las esteparias. Sin embargo, en las zonas donde se están desarrollando estos planes todavía no se ha terminado de asimilar por parte de la población la importancia que puede tener la llegada de estos recursos a medio y largo plazo.

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