La Vermuterie (Poeta Emilio Prados, 1 local 35) abrió sus puertas allá por 2014. En un principio el negocio estaba más enfocado a vermuts y conservas en un local más pequeño, pero aún no había pasado un año cuando se trasladó a otro donde poder desarrollar mejor el proyecto al frente del que está Meritxell Arque.
"Siendo catalana, donde hay mucha tradición de vermut, decidí traer a Córdoba un poquito de mi tierra y por ello ofrezco vermuts variados y platos de mi tierra", asegura Meritxell, que añade: "nunca tenemos menos de cinco vermuts distintos para degustar, casi todos ellos catalanes. Aunque también incorporamos alguno de Montilla. A estos se suma una extensa carta de vinos por copas de varias denominaciones de origen: Penedés, Terra Alta, Costers del Segre, Priorat, Ribera del Duero etc...".

La Vermuterie es famosa por su carne a la brasa
Esta singular establecimiento está situado en el Centro Comercial El Tablero, al lado de la Iglesia Cristo Rey, y dispone de un patio interior donde se puede disfrutar de sus especialidades al aire libre en los días de invierno, aunque también hay una terraza principal cubierta por una carpa y provista de cómodas sillas, para los que prefieren las estufas exteriores en invierno o los vaporizadores de agua en verano.
"Abrimos de martes a domingo de 12: a 17:00, aunque viernes y sábado también ofrecemos la posibilidad de tardeo hasta la hora de la cena", subraya.
La carta varía cada día según lo que ofrece el mercado y temporada. Entre sus platos estrella están algunos típicamente catalanes como la butifarra, elaborada en el Pirineo de Lleida y "un sinfín de platos que he visto en mi casa o en la de mi abuela durante años, casi siempre hecha con mucho amor y una buena brasa. Aunque tampoco se puede pasar por La Vermuterie y no probar nuestras bravas no muy bravas o las muy bravas, uno de los buques insignia", apostilla.

Uno de los aperitivos más suculentos son sus bravas con vermut
En su día a día también se pueden encontrar elaboraciones típicamente mallorquinas y de invención propia, como sus originales empanadillas de xistorra de Navarra con queso feta.
Al margen de eso, "tenemos un sinfín de carnes a la brasa de encina como el lomo vacuno, entraña, solomillo de cerdo etc… ensalada de tomate y melva con vinagreta de menta, ancas de rana al ajillo y muchas cosas más".
Además, a principios de noviembre aparece su especialidad de la temporada, los calçots de Valls, que como manda la tradición se cocinan en la brasa con mucho fuego y se acompañan de su salsa romesco casera.
"Aunque se desconoce, Lleida es una ciudad con muchísima tradición de caracoles. No en vano en mayo se celebra la Fiesta del Aplec del caragol, en cuya última edición se han consumido 13 toneladas en dos días. De ahí que también cocinemos el plato típico por excelencia de Lleida que son los cargols a la Llauna, caracoles elaborados en una lata metálica en la brasa que se acompañan de alioli y vinagreta".
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