Guía de los Patios de Córdoba: Lugares de interés que visitar en Santa Marina- San Agustín
Monumento a Manolete e Iglesia de Santa Marina
El monumento a Manolete es un conjunto escultórico dedicado al torero que se encuentra en la plaza del Conde de Priego. Este monumento, obra del escultor Manuel Álvarez Laviada, fue inaugurado el 8 de mayo de 1956. Frente al mismo se encuentra la iglesia de Santa Marina. Se trata de una de las llamadas iglesias fernandinas, es decir, aquellas mandadas edificar por el rey Fernando III de Castilla, llamado el Santo, tras la conquista de la ciudad a los hispanomusulmanes en el siglo XIII. Su arquitectura combina fórmulas y elementos protogóticos, mudéjares y, en menor medida, tardorrománicos. Es la sede de la hermandad del Resucitado.
Plaza e Iglesia de San Agustín
La iglesia de San Agustín es un templo situado en la castiza plaza que lleva su mismo nombre. La iglesia se comenzó a construir en 1328 existiendo datos de la edificación de la capilla mayor en 1335. El aspecto actual de la iglesia es del primer tercio del siglo XVII. La torre, con dos cuerpos de campanas, se construyó en el siglo XVI. La iglesia sufrió importantes deterioros durante el siglo XIX, durante la invasión francesa, siendo posteriormente restaurada en diversas ocasiones. Alberga a Nuestra de las Angustias Coronada, cuya hermandad procesiona cada año en Jueves Santo.
Torre de la Malmuerta
La Torre de la Malmuerta es una torre albarrana que se envuelve en la leyenda. La tradición popular asegura que el nombre de la torre se debe a la muerte de una noble dama cordobesa (Beatriz de Hinestrosa) a manos de su marido celoso (Fernando Alfonso de Córdoba). Fue levantada en el siglo XV sobre una construcción islámica anterior. Su misión consistía en defender las puertas del Rincón y del Colodro. Su construcción fue encargada por el rey Enrique III de Castilla al primer corregidor de la ciudad de Córdoba, Penedro Sánchez. Perdida su función defensiva, se utilizó como prisión para nobles.
Cristo de los Faroles
El Cristo de los Desagravios y Misericordia, conocido como el Cristo de los Faroles, es una escultura realizada en 1794 por el cordobés Juan Navarro León, siendo su promotor el capuchino franciscano Fray Diego José de Cádiz. Se encuentra enclavado en uno de los lugares más tradicionales de la ciudad, la plaza de Capuchinos, muy cerca de la Cuesta del Bailío. Juan Navarro León utilizó mármol blanco para la estatua de Cristo y negro para la cruz, además de añadirle sus característicos ocho faroles, que le dan nombre al conjunto escultórico.
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