Cuaresma

Viernes de Dolores en Córdoba: un río permanente de devoción hasta San Jacinto

Numerosas personas esperan su turno para visitar a la Virgen de los Dolores.

Numerosas personas esperan su turno para visitar a la Virgen de los Dolores. / Juan Ayala

Hay numerosas tradiciones en Córdoba y, luego la de visitar a la Virgen de los Dolores en San Jacinto el día de su fiesta grande que, además, preludia cada año la Semana Santa. El del Viernes de Dolores es un día marcado a fuego en el calendario cofrade, pero también entre miles de devotos de la Señora de Córdoba.

La plaza de Capuchinos, aun libre de cera, recibe a miles de personas en este Viernes de Dolores desde bien temprano. Sobre el empedrado de la plaza, a pesar de lo incómodo que resulta andar sobre él, esperan de manera paciente jóvenes, mayores, abuelos, niños... Esta coqueta plaza del centro de Córdoba ha visto y verá pasar durante toda la jornada a miles de cordobeses devotos de la Virgen de los Dolores, que aguardan de manera paciente en la fila para rezar ante ella y poder contemplar su belleza aunque sea solo por un pequeño instante en el interior del Santuario de Nuestra Señora de los Dolores Coronada, es decir, la iglesia de San Jacinto. 

La cofradía servita celebra hoy también su día grande y, pocos minutos antes de que empiece la misa que ha oficiado el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, su hermano mayor, José María Herrero, saluda a numerosas personas en la plaza empedrada. "Es un día emocionante, un día feliz para el pueblo de Córdoba y clavar los ojos en la Virgen", asegura. 

Herrero añade sin tapujos que "Córdoba no se entiende sin la Virgen de los Dolores; es una tradición arraigada y marca el pistoletazo de salida de la Semana Santa".

Poco después, más saludos. En esta ocasión, hacia la gran cantidad de dirigentes institucionales que acuden al templo: el presidente del Parlamento andaluz, Jesús Aguirre, el delegado del Gobierno, Adolfo Molina, el presidente de la Diputación de Córdoba, Salvador Fuentes, y el alcalde de Córdoba, José María Bellido, que por cierto es hermano de Los Dolores. Bellido también hace declaraciones antes de su visita a la Señora de Córdoba y muestra "sus mejores deseos" para esta Semana Santa.

"Este hombre es alguien importante", sentencia una mujer con camisa rosa con estampado de plumas y lazo rosa a juego en la coleta. Esta mujer, como muchas otras personas, se asombra al comprobar la presencia de numerosos medios de comunicación alrededor de estos dirigentes institucionales que también esperan su turno para acceder al templo.

A escasos centímetros, otra mujer destaca: "Qué ya está aquí, que ya ha llegado", en referencia al obispo de Córdoba que hace su entrada en el templo para celebrar la misa. 

En el interior del Santuario hay poco más de un centenar de personas -sentadas- esperando a que de comienzo la misa. A ellas se suman las que van entrando en cuestión de segundos, se detienen justo antes de la verja, se persignan ante la imagen de la Virgen de los Dolores y, tras ello, se van. Una estampa que se repite de manera constante mientras se celebra la eucaristía, en la que canta el Orfeón de Cajasur.

El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, durante su homilía en San Jacinto. El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, durante su homilía en San Jacinto.

El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, durante su homilía en San Jacinto. / El Día

"Toda la ciudad está pendiente de esta misa y de visitar a la Virgen en este día tan importante", asegura el obispo de Córdoba en su homilía, quien también reconoce que la Semana Santa de Córdoba "tiene este matiz mariano", ante la profunda devoción que hay hacia la Virgen en todas sus advocaciones. Eso si, también reconoce que la de Los Dolores "de alguna manera, inaugura la Semana Santa". 

En su homilía, el prelado recuerda que la tradición de la visita a la Virgen de los Dolores en su día grande, un fervor popular que se transmite de generación en generación. También expone que "hoy acudimos -a la Virgen. para decir que mire con cariño a todos los cordobeses".

Fernández, en la que puede ser su última homilía en San Jacinto como obispo -el año que viene cumple 75 años y, por tanto, se jubila- asegura también que la Virgen de los Dolores "mira a toda la ciudad de Córdoba, especialmente a los que sufren". Es por ello que pide que "proteja también a nuestras autoridades que trabajan a favor de nuestra ciudad y también a todo el pueblo que se siente contento por tener como madre a la Virgen de los Dolores".

El Císter y la Paz

Las hermandades del Císter y la de Paz también son protagonistas en este Viernes de Dolores, jornada en la que el Cristo de los Faroles es testigo del trasiego de los fieles para visitar a sus titulares. En la puerta del convento del Santo Ángel también hay colas para visitar a la otra ocupante sacra de Capuchinos, la Virgen de la Paz, que está expuesta en solemne besamanos.

"Hay mucha gente en San Jacinto y queríamos ver también a la Virgen de la Paz porque este Miércoles Santo no vamos a estar en Córdoba", expone David Bahamonde antes de acceder al templo.

A escasos metros, en el espacio desde el que sale la hermandad del Císter se encuentran las imágenes de Nuestro Padre Jesús de la Sangre y la Virgen de los Ángeles, que también ha visitado el obispo, que ha bendecido el llamador del paso de palio de Nuestra Señora  Reina de los Ángeles.

Por cierto, que la hermandad de la Sangre celebra también hoy su tradicional vía crucis con Nuestro Padre Jesús de la Sangre por las calles aledañas a la iglesia conventual del Santo Ángel. A partir de las 20:30, el cortejo avanzará por Plaza de Capuchinos (20:30), Nuestra Señora de la Paz y Esperanza, Bailío, Carbonell y Morand, Plaza del Cardenal Toledo, Obispo Fitero, Conde de Torres Cabrera y Plaza de Capuchinos.

Más allá de estos actos de la hermandad de los Dolores y de la Paz, diversas hermandades realizan hoy sus tradicionales vía crucis, como son las del Prendimiento, Remedio de Ánimas, Rescatado, Nazareno, Estrella, Caído, Piedad, Lágrimas y la Fraternidad del Cristo de la Providencia, lo que hará que multitud de fieles y devotos acompañen a los titulares de estas corporaciones por las calles de la ciudad.

Por otro lado, las hermandades de la Misericordia y las Angustias realizarán también este Viernes de Dolores el rezo del vía crucis en el interior de la Basílica de San Pedro y de la iglesia de San Agustín, respectivamente. Por otro lado, el Cristo de Gracia estará en besapiés en la parroquia de los Padres de Gracia y el Buen Suceso hará un solemne besamamos en la iglesia de San Andrés a Nuestra Señora de los Dolores. 

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