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La lucha contra el cambio climático global desde lo local

  • La UE busca detener las emisiones de efecto invernadero y que se reduzcan un 60% para 2050

Asistentes a la protesta por el clima celebrada en Córdoba.

Asistentes a la protesta por el clima celebrada en Córdoba. / Laura Martín

Evitar los peligros del cambio climático es una prioridad fundamental para Europa y la Unión Europea (UE), siendo significativo el esfuerzo que están haciendo los estados miembros para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Los objetivos para 2020 pasan por la reducción del 20% de las emisiones de gases con respecto a 1990, que el 20% del consumo total de energía proceda de energías renovables y, en tercer lugar, que se incremente un 20% la eficiencia energética. La consecución de estos objetivos podría hacer de la economía europea una economía de alta eficiencia energética y bajas emisiones de CO2, resultando por tanto una Europa más sostenible y competitiva.

La Comisión Europea se ha encargado de la Estrategia de Adaptación de la UE y trabaja con todos los estados miembros para que de cara al próximo año se consigan detener las emisiones de efecto invernadero y, de cara a 2050, se reduzcan un 60% con respecto a las de 2010. Como demuestran las pruebas científicas más recientes, si no se toman medidas para reducir las emisiones a escala mundial es probable que a finales de este siglo el calentamiento global supere el objetivo de los dos grados y pueda llegar a los cinco grados. La Unión Europea juega un papel determinante en esta lucha y firmó en 2015 un nuevo acuerdo mundial sobre el clima, que deberá aplicarse a partir de 2020. Además, como principal donante mundial de ayuda al desarrollo, la UE destina cuantiosos fondos a la lucha contra el cambio climático.

La celebración de la Cumbre del Clima en España, con más de 350 actividades, la presencia de más de 20.000 personas y delegaciones de unos 195 países, ha servido para poner de relieve los principales problemas climáticos que enfrenta el mundo, el equilibrio sostenible entre desarrollo económico y social y el respeto al medio ambiente, retos que hoy en día deben ser prioritarios no solo para las grandes corporaciones y los gobiernos, sino para cada activista y ciudadano.

Pero también desde el ámbito local los gobiernos pueden jugar un papel importante en esta lucha contra el cambio climático. Desde instituciones supramunicipales, como las diputaciones, y desde los ayuntamientos, los que están más cerca de las demandas ciudadanas, se pueden realizar importantes aportaciones para contribuir a evitar los peligros derivados del cambio climático.

El 70% de los municipios andaluces se encuentra adherido al Pacto Europeo de los Alcaldes para el Clima y la Energía, un documento abierto a todas las autoridades locales que implica el compromiso de adoptar un enfoque integrado a la mitigación del cambio climático y la adaptación a este. En la provincia de Córdoba están ya adheridos los municipios de Pedro Abad, Baena y Peñarroya-Pueblonuevo. Se requiere que preparen, en los primeros dos años de su adhesión, un Plan de Acción para El Clima y la Energía Sostenible con los objetivos de recortar las emisiones de CO2 en al menos un 40 % para 2030 y aumentar la resiliencia al cambio climático. De igual modo, son ya muchos los ayuntamientos que, dando cumplimiento a las exigencias de la Ley Andaluza de Medidas frente al Cambio Climático (2018), trabajan en la aprobación de un Plan de Mitigación y/o Adaptación al Cambio Climático.

Peñarroya, Pedro Abad y Baena preparan su plan de acción para la energía sostenible

En el caso de la provincia de Córdoba, la Diputación se halla inmersa también en múltiples iniciativas que buscan incidir en la reducción de la emisión a la atmósfera de gases de efecto invernadero; lo hace a través de acciones directas que están implementado sus empresas provinciales –como es el caso de Epremasa o Eprinsa– como a través de subvenciones y ayudas otorgadas por la Agencia Provincial de la Energía para proyectos de sustitución de equipos por otros de mayor eficiencia energética, sustitución de calderas diesel por biomasa o para instalación de autoconsumo fotovoltaico.

También a través de la Delegación de Programas Europeos se trabaja en la implementación en la institución y en la provincia de la Agenda 2030 –que recoge entre sus 17 objetivos, concretamente en el número 13, la Acción por el Clima– o la canalización de los fondos europeos que obtenga la institución en las distintas convocatorias que se promuevan desde las instituciones europeas en colaboración con organismos estatales como Red.es, dentro de la segunda Convocatoria de Ciudades Inteligentes del Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital.

Además, la institución provincial ha recibido ya 53 resoluciones favorables –de 63 solicitadas– para proyectos que favorecen el paso a una economía baja en carbono por importe de más de 14,7 millones de euros, en el marco del Programa Operativo Feder de Crecimiento Sostenible 2014-2020. Cuando se ejecuten estos proyectos en 2022, se habrá conseguido un ahorro energético de 8,3 millones de kilovatios por hora al año y se dejará de emitir a la atmósfera un total de 3.927 toneladas de CO2 al año.

La Diputación ha recibido 14 millones de euros para proyectos sobre el carbono

La Empresa Provincial de Residuos y Medio Ambiente (Epremasa), dependiente de la Diputación, por su parte ha inaugurado recientemente un nueva área de vertido, que alcanza los 65.000 metros cuadrados y una capacidad de 880.000 metros cúbicos con la que la institución se adecua al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), concretamente al número 13 (Acción por el Clima). Con esta actuación se alcanza un potencial de reducción de emisiones de CO2 de más de 130.000 toneladas, lo equivalente al CO2 emitido por 43.000 vehículos al año y la cantidad que absorben 250.000 árboles en 50 años. En su inauguración, el presidente de la Diputación, Antonio Ruiz, señaló que la institución es “pionera en la puesta en funcionamiento de políticas que vengan a contribuir a la consecución de los ODS y, sin duda, esta acción supondrá un grano de arena en esta lucha contra el cambio climático”.

A esta actuación se suma el análisis de indicadores por parte de la empresa provincial, en concreto el de la Huella de Carbono, con el que Epremasa pretende contribuir a la reducción de las emisiones de CO2 desde la mejora en la gestión de la recogida, el transporte y el tratamiento de los residuos sólidos urbanos de los municipios de la provincia.

Otros organismos provinciales y los departamentos de la institución también apuestan por gestos que, aunque parecen más pequeños, también tienen un peso determinado. Así, se están reduciendo materiales que tienen mucha huella de carbono en su producción como el plástico, se está impulsando un proyecto de jardinería sostenible en el Centro Agropecuario y se están llevando a cabo acciones de sensibilización sobre la mitigación del cambio climático a través de varias áreas (Juventud y Deportes, Cultura, Empleo, Medio Ambiente, etc).

Con ello, queda demostrado que trabajar desde lo local para mitigar o revertir los efectos del cambio climático es ya una prioridad, como se puede ver en las acciones que está implementando la Diputación y las que están impulsando los ayuntamientos.

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