Los Pedroches/ Alto Guadiato

Unidos por el Agua pide conectar los embalses de La Colada y el Zújar-Serena para abastecer el Norte de Córdoba

Pantano de La Colada.

Pantano de La Colada. / Miguel Ángel Salas

La plataforma Unidos por el agua, que demanda la regularización del abastecimiento para las comarcas cordobesas de Los Pedroches y el Alto Guadiato, ha planteado este martes la conexión del embalse de La Colada, en El Viso con el de Zújar-Serena, en Castuera (Badajoz) para resolver el problema de acceso al suministro que existe actualmente en la zona.

Los casi 80.000 habitantes del Norte de la provincia de Córdoba tienen restringido desde el pasado 17 de abril el consumo del agua potable por la presencia de especies de cianobacterias potencialmente tóxicas para la salud, según la referencia de la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía.

El presidente de la plataforma, Miguel Aparicio, y la vicepresidenta, Daría Romero, han argumentado en una rueda de prensa este martes 12 de septiembre como la solución "ideal y definitiva" para la zona que se retorne parte de lo que se vierte a la cuenca del Guadiana, a la que se le envía el agua desde parte de la zona Norte de la provincia cordobesa.

Aparicio ha precisado que lo que se plantea es recibir "uno de cada cinco litros que se vierten a la cuenca" desde Córdoba y que terminan en el embalse de Zújar-Serena. Según los datos del área técnica y de viabilidad de la plataforma, en la que colaboran ochenta personas, son alrededor de cien los hectómetros cúbicos los que se vierten, mientras que el embalse de La Colada tiene cincuenta y el de Sierra Boyera, hoy seco, dispone de una capacidad de 37, mientras que Los Pedroches y el Guadiato representan el 4,9% de la superficie total de la cuenca del Guadiana.

"Nos jugamos la pervivencia de la zona Norte de Córdoba si este problema no se resuelve", ha asegurado del presidente de la plataforma, que también ha defendido que el agua de La Colada se depure junto al embalse y no en Sierra Boyera, como es el proyecto de la Junta de Andalucía y la Diputación de Córdoba ya que, a su juicio, carece de sentido llevar un agua contaminado a un embalse sin agua para tener que regresar al punto de destino para su distribución.

Entre La Colada y Zújar-Serena hay 39,5 kilómetros de distancia, según los datos aportados en un audiovisual presentado por la plataforma para defender su alternativa, y se trataría de una actuación prevista, según han asegurado los representantes de la plataforma, en las modificación del Plan Hidrológico Nacional para 2027.

De todas formas, Daría Romero ha puesto énfasis en que sí se han proyectado obras millonarias en la propia provincia de Córdoba como el de abastecimiento al núcleo urbano de Las Jaras, en el término municipal de la capital, por 15 millones de euros, o las de Isla Mayor, en por más de 11 millones, o la Sierra Sur, en Sevilla, por 50, en una primera fase, y la misma cantidad, en la segunda.

Miguel Aparicio ha mostrado su queja de la situación de las dos comarcas al tratarse de un territorio muy amplio con una baja densidad de población, entre once y doce habitantes por kilómetro cuadrado.

Por ello, a su juicio, "nos dan lo que nadie quiere", en alusión al intento de ubicar en la zona el almacén de residuos nucleares de alta actividad o la necesidad de tener que reclamar en la calle cualquier mejora, como la apertura del hospital de Pozoblanco o la construcción del de Peñarroya-Pueblonuevo.

El presidente de la plataforma ha recordado que "tenemos los meses contados si no llueve para nuestra principal actividad, que es la ganadería", que, en la actualidad se abastece mediante cisternas, al igual que la población.

Ósmosis

Tal y como anunció el presidente de la Diputación de Córdoba en un desayuno coloquio organizado por el Grupo Joly, Emproacsa ha logrado encontrar la fórmula para potabilizar el agua del embalse de La Colada. En concreto, los técnicos han logrado reducir a menos de cinco microgramos la concentración de residuos, lo que permitiría que Salud dé otra vez el visto bueno al consumo del agua del grifo y terminar con el reparto que realizan los camiones cisterna.

Durante estos meses, los expertos han estudiado dos sistemas para conseguir potabilizar el agua. La aplicación del primero, la ultrafiltración, solo logra reducir la concentración de residuos de 35 microgramos por litro a 15, muy por encima de los cinco que la Junta establece como límite mínimo. El segundo sistema, la ósmosis, sí logra el objetivo, aunque su implantación no está clara por dos motivos. 

En primer lugar, por su alto impacto medioambiental. Fuentes detalló, a grandes rasgos, que se trata de una tecnología similar a la de las desaladoras, que para potabilizar el suministro desechan el 40% del agua, que se torna residual.

El segundo escollo es el elevado coste económico, pues solo implantar la tecnología necesaria supondría una inversión inicial superior a los seis millones de euros. Así, "hay que plantearse el coste que supone el mantenimiento y el agua que desecha el proceso de potabilización de la planta", argumentó Fuentes, quien  aseguró que la decisión será acorde a las recomendaciones de los "técnicos de reconocido prestigio" implicados en buscar la solución.

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