Acaba de serme facilitada entrevista que un conocido medio de comunicación ha efectuado a don Javier Gómez de Liaño y Botella, magistrado excedente. Del currículo del ilustre personaje al que tengo el honor de referirme, el autor de esta "opinión" ignora el motivo de la dicha… situación de "excedencia de uno de los magistrados de más prestigio de España. A juzgar por los hechos probados, la paternidad de la dicha situación, tenemos que atribuirla a la injusticia de que fue objeto. Los… "hechos" tienen la condición de "probados por sentencia de Tribunal Internacional de rango superior que, con todas las de la Ley, declaró que el dicho magistrado… fue víctima sacrificada de un Tribunal español en el que la condición de imparcialidad -que debe informar la actuación de todo juzgador- brilló por su clamorosa ausencia. ¡Ojalá que esta sea la única "injusticia"… acreditada. Pero podemos -y debemos- concluir que, la posibilidad de que no se produzcan más casos de parcialidad a la hora de juzgar tenemos que descartarla. Como veremos:

"Dame un juez independiente y el mundo estará salvado": El señor Liaño dixit. Además de las leyes, el autor domina el lenguaje. Y utiliza el verbo (estará) en futuro simple. Ouséase: la salvación del mundo está por llegar…

Pero, ¿y qué hacemos mientras? A juicio de Las Tendillas, las medidas precautorias que procede adoptar son algunas de las siguientes: A quien tenga fe, que rece. Para que Dios nos libre: De una Fiscal General contaminada -de pies a cabeza- de la que no podemos presumir el más mínimo grado de imparcialidad.

A quienes carezcan de fe, al menos que se preocupen: De que, de los centros sanitarios, sea eliminado cualquier facultativo dispuestos a certificar que ha actuado conforme a Derecho un profesional emisor de informe en el que falta a la verdad, si a ello hubiera lugar. Igualmente, que no nos falten Centros Residenciales para Mayores. Como los que vienen siendo atendidos -con todo cariño- por las Hermanitas de los Ancianos Desamparados de Trassierra, en la… en la llamada Ciudad de los Califas.

Sobre todo, que no nos falte la justificada -y fundada- crítica del magistrado al que aludimos, que, con pruebas irrefutables en Derecho, pone "Las cartas… boca arriba". Caiga quien caiga.