Cambio de sentido
Carmen Camacho
Se buscan vencedores
En mi adolescencia, recuerdo levantarme muy temprano en el verano de 1984 para ver los partidos de la Selección Española de Baloncesto en la Olimpiada de Los Ángeles. Esa selección acabó logrando la plata en esos Juegos -aparte de conquistarnos a todos los que confiamos en ella- y solo se vio superada por la Estados Unidos de un entonces jovencísimo Michael Jordan. Esa formación se convirtió -a los mandos de Antonio Díaz Miguel- en mítica, con jugadores como Epi, Fernando Martín, Corbalán, Fernando Romay, Juanma López Iturriaga...España había tocado techo, porque perder con los Estados Unidos, los inventores de todo esto, estaba en el guión. Cuando se produjo ese éxito del deporte español apenas había cumplido los cuatro años un niño nacido en Barcelona y de nombre Pau Gasol, un niño que ya hecho hombre se iba a convertir en la leyenda más grande que ha dado el deporte de la canasta en España, en el mejor baloncestista español de todos los tiempos y en uno de los mejores deportistas también de todos los tiempos, con el permiso del tenista Rafa Nadal. Una leyenda que a sus 41 años ha decidido retirarse de la práctica activa del baloncesto después de hacer feliz a muchísima gente, españoles y no españoles, con su juego en las canchas.
Su curriculum habla por sí solo. Pau se convirtió en el segundo español en jugar en la NBA tras Fernando Martín, siendo el primero en ser elegido para jugar un All-Star Game de la NBA (Houston 2006). Él le abrió el camino al resto de españoles que luego jugaron en la que es la mejor liga de baloncesto del mundo. Disputó 18 temporadas en la NBA, donde fue dos veces campeón -los dos anillos de campeón los ganó formando parte de Los Ángeles Lakers-, y también fue otras tres veces campeón en el FC Barcelona. Insisto, Pau no solo es ampliamente considerado como el mejor jugador español de todos los tiempos, sino que también está entre los mejores europeos que han jugado en la NBA y ha sido uno de los jugadores FIBA más determinantes de la historia. Además, el 13 de mayo de 2009 fue elegido por primera vez en su carrera en un quinteto ideal de la NBA, concretamente en el tercer quinteto. En 2010 fue elegido por segunda vez para el tercer quinteto, y en 2011 y 2015 fue escogido en el segundo quinteto. Es uno de los cuatro únicos jugadores de la historia de la NBA con al menos 20.000 puntos, 11.000 rebotes, 3.500 asistencias y 1.900 tapones acumulados durante la temporada regular, junto a Kareem Abdul-Jabbar, Tim Duncan y Kevin Garnett. Y yo, como me ocurrió con aquellas Selección de 1984, he tenido la suerte de seguirlo, de ver cómo conquistaba un campeonato del mundo con España en 2006 y tres campeonatos europeos, aparte de muchos otros podios, y dos platas y un bronce en las Olimpiadas. Me uno a aquellos que en redes sociales han repetido una y otra vez esta frase que sentimos: Gracias por hacernos felices, Pau
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