Don Jesús: la esperanza

La designación de Aguirre como responsable de la Sanidad es un motivo de justificada esperanza

No es la primera vez que, desde este espacio, el autor de Las Tendillas se ha visto en la necesidad aludir, en tono crítico, al funcionamiento de los servicios sanitarios en la comunidad autónoma andaluza. Cierto. Y, pese a las dificultades que entraña un procedimiento encaminado a la defensa de los legítimos derechos de los usuarios de los servicios sanitarios, seguiremos haciéndolo siempre que topemos con actuaciones que, a nuestro juicio, resulten contrarias a la "lex artis" o Derecho Sanitario.

Sin embargo, nos parece de justicia reconocer -y lo reconocemos- que las… "actuaciones" contrarias a las pautas de la actuación profesional en el campo de la sanidad no solo tienen la condición de excepcionales sino que, además, podemos concluir -y concluimos- que nuestro sistema sanitario cuenta, en general, con profesionales dotados de un merecido prestigio, incluso más allá de nuestras fronteras.

Quienes, por distintas razones, nos hemos visto -o nos vemos- en la necesidad de relacionarnos con dichos "profesionales" por precisar de sus cuidados científicos hemos tenido la oportunidad de comprobar:

Por un lado, la formación técnica de que hacen gala en sus "actuaciones"; por otro -y sobre todo- la enorme y extraordinaria calidad humana con la que, salvo casos excepcionales -que los hay-, somos tratados los usuarios.

Nos inspira este comentario crítico el nombramiento del médico cordobés don Jesús Ramón Aguirre Muñoz como Consejero de Salud de la Junta de Andalucía: Quienes conocemos de su currículo, sabemos muy bien que se trata de un profesional intachable y ejemplarizante, dotado de una sólida formación técnica. Y que, en el ejercicio de su noble profesión, no escatima esfuerzos a la hora de aplicar, con la medicina tradicional, sustanciosas dosis de generosidad, tolerancia, paciencia, comprensión…

Por otra parte, su talante político, su honestidad y su estricto sentido de la justicia nos periten augurar -e incluso asegurar- que quienes esperen un trato de favor profesional del señor Aguirre (como ocurrió en otras… Administraciones de cuyo nombre no quereos ni acordarnos) pueden esperar… sentados. Ouséase: Para quienes conocemos de la capacidad profesional, de la calidad humana y de su honradez, la designación del señor Aguirre como responsable de la Sanidad constituye, a buen seguro, un motivo de justificada esperanza.

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