Finalizamos la "serie". Surgió a propósito de un hecho escandaloso… como mínimo. Y parece que la autoría de las acciones denunciadas le es atribuida a la encausada: Una "madre" que propinó una enorme paliza a dos profesoras de su hijo. Los referidos hechos están haciendo correr ríos de tinta. Los asiduos, críticos y amables lectores también nos hacen llegar sus… pareceres. Con frecuencia muy fundados. Y, en todo caso, de extraordinaria relevancia.

A título ilustrativo, elegimos dos de los dichos… "pareceres", que reproducimos: Por una parte, Ana -una muy cualificada y activa docente- nos reitera: "Imagino a la ("madre") detenida de un barrio marginal. Dejaría los estudios a edad muy temprana (nadie se preocupó de que estuviera en un centro educativo hasta la edad obligatoria de 16 años. Madre adolescente (nadie se preocupó de que tuviese educación sexual. Probablemente, hija de una familia desestructura y/o con problemas de drogas (a que pocas familias les llegan las ayudas de los programas sociales)".

Por otra, José Antonio, currante y padre de familia, con hijos en edad escolar, nos refiere literalmente: "… , siempre estamos echando la culpa al sistema y antiguamente solo había un sistema la justicia y los abuelos de estos niños veían a la guardia civil o policía y se acojonaban. Hoy los niños le pegan, se meten rayas de Coca delante de ellos y le da igual y no pueden hacer nada porque saben que van a salir a la media hora antiguamente lo abuelos de estos niños no estuvieron en colegios y robaban gallinas, pero tenían respeto a la autoridad y a las personas mayores".

Conclusiones: A nuestro juicio, solo cave una: El aparatoso fracaso del sistema educativo tradicional, de rigurosa aplicación en las aulas, Pero ajeno por completo a necesidades educativas inaplazables en ámbitos extraescolares.

Soluciones: En primer lugar, reconocimiento efectivo de la autoridad del docente, que hoy brilla por su clamorosa ausencia.

Por otra parte, digno de toda loa nos parece el conocer de la autoría del hecho punible. Pero por aplicación del aforismo "Causa causae est causa causati" resulta de imposibilidad metafísica saber del autor del delito sin investigar, previamente, la causa de la causa, que, en su caso, es… la causa del mal causado, según Tomás de Aquino.