Córdoba se ha despedido ya de su Mayo Festivo y lo ha hecho un año más diciendo adiós a una de sus citas más multitudinarias, la Feria de Nuestra Señora de la Salud. El calor ha sido el gran protagonista de un evento con jornadas en las que se han sobrepasado los 38 grados y donde no ha habido grandes altercados que reseñar.

Según el balance realizado por los caseteros a el Día, el primer fin de semana de Feria se consolida como el más multitudinario de los dos que abarca la cita. Especialmente el sábado 25 ha constituido la jornada con más personas en el recinto ferial de El Arenal, seguido por un día que tradicionalmente no ha sido tan fuerte, el martes.

Así lo explicaba a este periódico el presidente de la Asociación de Casetas Tradicionales, Rafael Bocero, quien sentenció que la Feria de 2019 ha sido “mejor que la de 2018”, pero también “muy distinta”. Y es que, detalló Bocero, la afluencia por días ha variado este año con dos días muy fuertes, el primer sábado y el martes, ambos mejores que los de la edición de hace un año.

Rafael Bocero (der.) y su hijo, en La Reja.

Bocero explicó que los días entre semana crecen año tras año y recordó que cuando la Feria se trasladó a El Arenal, el lunes y el martes “eran días perdidos”. Sin embargo, esa tendencia ha variado y ahora el tirón de las comidas de empresa se ha concentrado en el martes, lo que ha hecho de esta jornada una de las de más afluencia de toda la semana.

El calor sí que ha afectado, eso sí, a las horas en las que los cordobeses han acudido a El Arenal. Y es que, según Bocero, los mediodías han sido más flojos, viéndose más ambiente por la noche, cuando las temperaturas ya habían dado un respiro.

El calor ha retrasado la llegada a El Arenal la mayoría de los días

Por su parte, el presidente de la Asociación de Casetas Populares, Alfonso Rosero, comentó que este año “no ha sido malo” y coincidió con Bocero al señalar que el primer fin de semana ha sido “el más potente porque la gente cogió la Feria con ganas” para después dosificarse las visitas a lo largo de la semana. Rosero, eso sí, aseguró que a pesar de haber más visitas la caja que se ha hecho ha podido ser algo más baja, todo a la espera de contabilizar los datos con más calma.

El balance del Ayuntamiento

En cuanto al balance que hace el Ayuntamiento, la delegada de Promoción de la Ciudad, Carmen González, calificó la Feria como “magnífica” teniendo en cuenta que las atenciones sanitarias y de seguridad han sido similares a las de 2018 y de gravedad “muy baja”.

González puntualizó además que las voluntarias de la iniciativa Brazaletes Morados sólo han tenido que intervenir en un par de riñas de pareja, lo que para la delegada de Promoción supone un ejemplo de comportamiento “cívico”.

También destacó el buen funcionamiento de algunas de las novedades introducidas este año, como los baños adaptados, algo que espera que se mantenga en futuras ediciones de la fiesta.

Por su parte, el teniente alcalde delegado de Seguridad en funciones, Emilio Aumente, valoró que la Feria ha ido “bastante bien” sin ningún hecho “que reseñar” salvo “lo normal en este tipo de aglomeraciones”. Aumente explicó que se han sucedido las pedida de documentación, los controles de drogas y alcohol o que se han registrado varias reyertas, sin embargo, comentó que ha sido una Feria “suave” teniendo en cuenta que en El Arenal, cada día, han podido llegar a reunirse entre 100.000 y 120.000 personas.

Presentación de la comisaría conjunta de la Feria.

Aumente señaló también hacia la buena coordinación entre los servicios de seguridad, Policía Local, Nacional y Autonómica, así como Protección Civil, y el buen trabajo de Cruz Roja. El delegado de Seguridad en funciones reconoció que existía cierto temor por si el calor hacía subir el consumo de alcohol, sin embargo, celebró, “no ha habido más atenciones que en años anteriores, sino incluso menos”.

En cuanto a la zona de botellón junto al Balcón del Guadalquivir y la idea que se ha tenido este año de dividirlo en sectores para mejorar la posible atención sanitaria, Aumente explicó que ha ido bien, pero que habrá que hacer modificaciones en próximas ediciones. En este sentido habló, por ejemplo, de mejorar la iluminación en ciertas zonas de este punto de concentración de jóvenes, ya que en diversos espacios está “demasiado oscuro”.

Botellón del miércoles de Feria.

Las atenciones de Cruz Roja bajan

Por su parte, la encargada de Socorros y Emergencias de Cruz Roja, Mari Cruz Sánchez, informó de que la entidad ha realizado 1.154 atenciones durante esta Feria, más o menos las mismas que el año pasado (que fueron 1.161). La mayoría de estas atenciones han sido por pequeñas heridas o traumatismos causados por caídas. Sánchez destacó también los casos atendidos por alergias, que se han duplicado debido a unos mayores niveles de polen.

El calor también ha propiciado varias visitas al puesto de Cruz Roja por alteraciones de consciencia, pero en cifras similares a 2018.

Carpa de Cruz Roja en la Feria.

En cuanto a las atenciones por intoxicaciones etílicas, han sumado un total de 178, 70 de ellas a menores, pero sobre todo a personas de entre 30 y 60 años.

Este año, además, Cruz Roja estrenaba un sistema de atención a personas sordas, que sólo se ha usado en tres o cuatro ocasiones. Según Sánchez, la falta de difusión ha podido ser la causa de una cifra tan baja, algo que también ocurrió el año pasado con la sala de lactancia que había en la Feria, y que este año ya han usado 40 mujeres.

Y por último, las reservas hoteleras

Por su parte, los hoteleros también han hecho su balance. El presidente de Asociación de Empresarios del Hospedaje de Córdoba (Aehcor), Alejandro Navarro, confirmó que se han cumplido las expectativas del sector y que las reservas durante todo el mes se han situado en una media de 80%, porcentaje impulsado por el buen comportamiento de los fines de semana.