Córdoba | real sociedad · informe técnico

El rival juega, mucho y bien

  • El Córdoba fue siempre a remolque debido a un fallo de marcaje en un córner y la Real se gustó · Paco alteró el sistema sobre la marcha, pero no bastó para sumar

Mucha Real Sociedad y mucho Córdoba, al menos mientras le duraron las fuerzas. El Arcángel asistió ayer a un partido precioso, por lo que mereció la pena pagar la entrada incluso para asistir al disgusto en un estadio que ya no es virgen. La Real impuso su calidad en la medular para adquirir una renta de dos tantos en el luminoso, aunque el amor propio de los blanquiverdes, amparado en un retoque táctico de Paco Jémez (a partir del 0-2 dispuso un 3-4-3, con Arthuro como boya del juego directo), estuvo a punto de restablecer la equidad. Con el equipo local roto por el esfuerzo, Díaz de Cerio apuntilló en la enésima contra donostiarra.

Defensa

Hay detalles capaces de definir el rumbo de una historia. El 0-1 fue ilegal, porque la Real Sociedad ejecutó el córner desde el banderín opuesto a la zona por donde había salido el balón. Apenas habían transcurrido cinco minutos y el Córdoba actuó con parsimonia, recordando vicios del pasado reciente, a la hora de marcar. Garitano, con más intensidad que nadie, se llevó el gato al agua.

Xabi Prieto en particular, y todos los centrocampistas realistas en general, hicieron gala de su capacidad para administrar la posesión, consumiendo tiempo con un ojo puesto en hacer daño a la contra. El epílogo y el prólogo de ese estilo fueron Martí y Díaz de Cerio, respectivamente. Sobre todo en el segundo periodo, el Córdoba se vio en inferioridad numérica en la zona ancha y tuvo que realizar un desgaste extraordinario para recuperar la pelota.

Pablo Ruiz y Antonio trataron de anticiparse a Díaz de Cerio y Delibasic, pero sufrieron en una tarde muy comprometida por las llegadas desde la segunda línea de Xabi Prieto, Elustondo, Aranburu o Fran Mérida. La perla cedida por el Arsenal dejó pinceladas de su clase y se llevó dos recaditos de Katxorro.

El Córdoba fue bravo y su entrenador, también. Especialmente en la primera mitad, la presión agresiva provocó que Riesgo jugara con los pies más de lo aconsejable. En la segunda, Paco arriesgó con tres atrás, los dos pivotes, los dos hombres pegados a la cal y tres puntas. Con las líneas heterogéneas y muy adelantadas para irradiar miedo, el equipo aceptó un trato a la desesperada: matar o morir. Y murió.

Ataque

El Córdoba remó a contracorriente desde el minuto 5, por lo que no hubo tiempo para tutear al oponente. La primera ocasión llegó a través de la pizarra: Arteaga puso en juego una falta lateral con un toque raso hacia la frontal y Dani no golpeó con tino. También a balón parado, Katxorro ejecutó dos libres directos con aroma de gol. Asimismo, el de Barakaldo protagonizó dos remates llegando desde atrás, rubricando el afán de un conjunto que se proyectó con osadía.

Al verse con el tanteador en contra, el Córdoba apeló a las transiciones rápidas. Había pocas posibilidades de regular el tráfico alrededor del círculo central, de forma que la precisión en las combinaciones se antojaba fundamental. A veces, la falta de clarividencia derivó en pelotazos sin excesivo sentido.

Paco se dio cuenta de que no le llegaba para puntuar; terminó de convencerse cuando la Real Sociedad, anclada en un 4-1-4-1 a raíz de la salida de Martí, materializó el 0-2. El preparador cordobesista sacrificó a Diego Reyes para meter a Arthuro, esencial en el aumento de la sensación de peligro. El brasileño perdió una carrera con Ansotegi por una décima y ganó numerosos balones aéreos -mayoritariamente en centros cruzados de Dani-, generando ocasiones para Julio Pineda y Asen. Así llegó el 1-2, con numerosos jugadores pendientes del despeje en corto de Riesgo.

El Córdoba estaba volcado y Juanlu tuvo el 2-2 en otra irrupción en el área, pero Riesgo taponó su tiro. La entrada de Guzmán propició que Arteaga volviera a su banda natural, desde donde mandó el envío que, cabeceado por Asen, encontró como respuesta una antológica parada. Fue la última gran oportunidad antes de que la Real cerrara el debate con el tercero.

Virtudes

El Córdoba nunca se rindió, ni siquiera con 0-2. Más allá de los argumentos futbolísticos, hay casta.

Talón de aquiles

Garitano sacó tajada del desconcierto blanquiverde en la marca. Hasta tres futbolistas (Pablo Ruiz, Katxorro y Guzmán) fueron amonestados después del 1-3.

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