Emilio Vega no aguantaba más. Ayer, al mediodía, presenciaba el entrenamiento del Córdoba desde el palco de El Arcángel, sin compañía. Se había quedado solo. El consejo de administración del club anunció a última hora de la tarde que acepta la dimisión del director deportivo, acorralado por las críticas de la afición en las últimas semanas. Las voces discordantes con su labor, especialmente patentes en los dos últimos compromisos en casa, han terminado por agotar la paciencia del leonés, que se apea del proyecto -el tercero consecutivo bajo su supervisión- en marcha y con ello abre un horizonte lleno de dudas. El presidente, Rafael Campanero, el gran valedor de Emilio, su eterno protector, debe reaccionar con prontitud y destreza para que la temporada no se le vaya de las manos, designando un sustituto que se ponga manos a la obra en el hirviente mercado invernal. Las previsiones de la entidad pasan por dar el paso en un par de días. A rey muerto, rey puesto; no ha sido derrocado, sino que ha abdicado.

Cerca de las ocho de la tarde, Antonio Rodríguez Carretero compareció en la sala de prensa de El Arcángel para leer el comunicado que se había fraguado durante las casi dos horas de reunión del consejo. Según la nota pública, Emilio Vega había transmitido a Campanero su "deseo de finalizar su relación laboral con la entidad por razones personales y en aras, a su entender, de contribuir a una mayor estabilidad y tranquilidad en el club y su entorno". Emilio compareció ante los consejeros para argumentar su decisión y la cúpula del club acordó "acceder a su petición, manifestándole su gratitud por la entrega, honradez y profesionalidad que ha derrochado durante este tiempo de servicio (algo más de dos años y medio) al Córdoba Club de Fútbol". Asimismo, Vega manifestó su "ofrecimiento para continuar las gestiones a él encomendadas hasta que se nombre a la persona que lo sustituirá, hecho que posiblemente se producirá en las próximas 48 horas".

Carretero puntualizó que "él ha expuesto sus razones personales, y mañana -por hoy- supongo que las expondrá en la comparecencia ante la prensa (comenzará a las 11:00). Ha sido él el que lo ha solicitado, y según ha manifestado el presidente, desde hace ya algunas semanas. Por razones personales, y porque piensa que con su salida del club puede hacer un beneficio al club, al ambiente y al clima que se respira en las últimas jornadas".

El vicepresidente y portavoz cordobesista añadió que "en cuanto se nombre al nuevo director deportivo, entre otras cosas se hablará con él sobre sus planes y sus gestiones. Pero no pensamos que cada vez que entre alguien tiene que cambiar todo el mundo en esta casa, ni mucho menos. Además, tampoco ha sido una ruptura con el director deportivo porque estemos descontentos o creamos que era mejor, sino que ha sido por petición de él".

El castreño recalcó que "la intención es presentar algún nombre al consejo en las próximas 48 horas, para que el consejo lo apruebe o no". Una vez que Campanero dé ese paso y el club se estabilice, tocará bucear en el mercado invernal, aunque "eso todavía no nos lo hemos planteado. Se ha aceptado la petición de Emilio Vega, y cuando venga el nuevo director deportivo... Lógicamente, pienso que no va a haber grandes cambios, pero todo es suponer ahora". La incertidumbre se cierne, como casi siempre, sobre el Córdoba.