Deportes

Quieren "aunar a toda la familia cordobesista"

  • Carretero solicita "calma" y Cristian Álvarez llega a asegurar que "el caso de Rubén fue vergonzoso"

La crispación se ha instalado en el seno del cordobesismo. Los recientes compromisos en casa, ante el Rayo y la Real, desataron la ira de una afición cansada de Emilio Vega y la directiva. El director deportivo ha dado un paso al lado, pero el consejo sigue ahí. Y está sensibilizado con un tema con visos de explotar, si es que no lo ha hecho ya.

El Córdoba sopesa la idea de declarar el próximo partido en casa, ante el Zaragoza, como medio día del club. No obstante, el encuentro será televisado por Canal Sur 2 y no parece que sea un buen momento para pedir a los seguidores que se rasquen el bolsillo, ya que se han acostumbrado a acumular decepciones en los últimos meses.

Carretero analizó ayer los cánticos proferidos por un amplio sector de la grada en la visita de la Real Sociedad. La tensión se palpó antes -hubo pitos en el calentamiento-, durante y después del choque, ya que un grupo de hinchas se congregó en la puerta 0 del estadio. El portavoz blanquiverde razonó la preocupación del consejo, que "tiene muy claro que eso es una manifestación, con toda su razón o su sinrazón, no soy nadie para juzgar eso. Es una manifestación de parte de la afición que nosotros tenemos que tener en cuenta, y nos debe servir para intentar corregir errores, intentar aunar a toda la familia cordobesista, porque lo peor sería, en la situación actual, una división y una fractura entre la propia afición cordobesista". Han tomado nota. Por todo ello, "debemos procurar acertar en nuestras decisiones para que la situación que está viviendo ahora mismo el equipo se mejore y que esa crispación se transforme en tranquilidad y en satisfacción. No podemos hacer otra cosa. Lo que no podemos hacer, aunque seamos tan aficionados como el que más, es actuar solamente por el sentimiento y por los impulsos; nosotros, más que nadie, tenemos que conservar la calma".

La polémica también fue abordada, y con rotundidad, por Cristian Álvarez. El argentino recordó que "empatamos sobre la hora, a pesar de cómo estuvo la gente, que a nosotros nos influye mucho. El equipo está fuerte y estamos con muchas ganas de empezar a revertir esto, que está bastante mal".

A renglón seguido, el volante expuso su teoría: "Si la gente insulta o dice lo que tiene que decir después de un partido, lo veo lo más lógico. Quieres que tu equipo gane y juegue bien, y si va perdiendo... Termina el partido, y dices lo que quieras. En eso estoy de acuerdo. Pero si el equipo empieza a jugar, te meten un gol, te insultan; empatas, te aplauden; pierdes, te insultan; empatas, te aplauden. La verdad es que no lo entiendo. Es entendible el enojo, porque si no te responden los jugadores es normal que te enojes. Pero después del partido. No lo comparto durante el partido, porque no nos ayuda a nosotros, a los jugadores. Si yo quiero al Córdoba y soy hincha del Córdoba, voy a alentar al jugador para que el jugador rinda, si quiero lo mejor para el club; si quiero lo peor, hay que hacer lo que hicieron el otro día".

Cristian subrayó que "el caso de Rubén fue vergonzoso. Si me lo hacen a mí, me aguanto, porque soy argentino, no de Córdoba; pero un chico que es cordobés, e insultarlo así, le pitaron... La verdad es que es una vergüenza. Era un compañero que lo estaba dejando todo, haciendo lo posible... Eso me dolió mucho, pero son cosas que pasan. Hay que revertirlo el sábado. Todos sabemos que acá ganas dos o tres partidos y ya cambia todo".

El propio Rubén ratificó ayer que "no te gusta que tu público te pite, pero ellos son los que pagan". "Es ahora cuando el público más tiene que apoyarnos, y con su apoyo nos será más fácil", agregó el lateral izquierdo, sabedor de que "si te pitan, te afecta un poco, pero es parte de nuestro trabajo". "Tenemos que intentar cambiar los pitos por aplausos", apostilló.

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