Córdoba CF

Rabia pasada y sonrisa futura en el Córdoba CF por la 'vuelta' del público a los estadios

  • La orden que permite un aforo de 1.500 espectadores abre la opción de un curso 20-21 con público

  • La medida deja dudas sobre si se podría haber terminado la temporada regular según la normativa

Los aficionados blanquiverdes de Preferencia cantan el himno en el arranque de un partido.

Los aficionados blanquiverdes de Preferencia cantan el himno en el arranque de un partido. / Álex Gallegos

¿Se podría haber terminado la temporada en el fútbol no profesional al igual que lo está haciendo en Primera y Segunda División? ¿Se precipitó la Real Federación Española de Fútbol al cancelar la temporada con un play off exprés y sin descensos? El tiempo, que da y quita razones como pocos, parece advertir que las decisiones que tomaron Luis Rubiales y su equipo no fueron del todo correctas, a tenor del panorama que se avecina para las últimas semanas de la competición en las dos primeras categorías y las promociones del resto.

Claro está que ese dictamen queda reducido al aspecto meramente deportivo. Pero una postura contraria a la tomada, como la que el presidente de la RFEF mantuvo en las primeras semanas del parón provocado por el estado de alarma consecuencia del coronavirus, hubiera evitado, de un lado, contradecir el reglamento y las normas de la competición -por ahí va la pelea del Lleida-; y de otro, abrir unas obligadas negociaciones clubes-jugadores para alargar contratos más allá del 30 de junio. Otro galimatías, pero al menos más equitativo.

La rabia por lo que pudo ser y no será alcanza a clubes como el Córdoba CF, con una apuesta muy fuerte para estar en la pelea por el ascenso y que finalmente se verán abocados a estar otra temporada más en Segunda B. Con esa condición tendrán que ver como, muy probablemente, tanto los play off como el resto de partidos muy pronto serán con público en las gradas, en lo que sin duda es una señal de que la pandemia del covid-19 está bastante bien controlada en el país, con alguna excepción.

El fin del estado de alarma y el paso de las competencias a cada comunidad autónoma ha tenido una primera consecuencia en Andalucía, sede entre otras cosas de la promoción a Segunda División, y también -como es lógico- de las dos de los grupos andaluces de Tercera a la categoría de bronce (Málaga, Marbella y Algeciras son los escenarios). Pero a buen seguro no será la única región que tome esta determinación clave para el presente del fútbol... y para su futuro.

El Consejo de Gobierno de la Junta, de acuerdo con la Consejería de Salud y Familias, ha determinado para el inicio de la nueva normalidad que arranca este domingo en toda España que pueda haber público en los estadios: "En los eventos deportivos al aire libre, se establece un aforo máximo del 65%, con un límite de 1.500 personas. En espacios cerrados, el aforo será del 65% como máximo, con un límite 800 personas", explica el organismo regional.

La disposición de esos 1.500 espectadores deberá adaptarse a la distancia de seguridad de 1,5 metros y al uso de mascarilla cuando no pueda garantizarse esa medida. "En esta orden se establecen las condiciones sanitarias en las que ha de desarrollarse la actividad social y económica a partir del final del estado de alarma y en tanto lo aconsejen las autoridades de Salud Pública. El objetivo de estas medidas es evitar la propagación del virus entre la población, y su cumplimiento es exigible a todos los ciudadanos, en general, y a los titulares de cualquier actividad, en particular", insiste la Junta.

Ante este escenario, parece meridianamente claro que las competiciones en el fútbol no profesional podrían haberse terminado tal y como estaban estipuladas, lo que provoca aún más enfado en aquellos que se quedaron a las puertas. Pero esta medida también da un alivio a los que pelearán por dar el ascenso en sus diferentes competiciones, pues podrían contar con el apoyo de sus aficionados. Entre ellos, el Ciudad de Lucena, que peleará primero ante el Xerez DFC y, en caso de triunfo, con el Betis Deportivo o el Utrera por retornar a la Segunda B.

Y, mirando ya al futuro, no solo para ellos, sino para el global de los actores del fútbol no profesional, que tiene en sus aficionados su punto más fuerte de financiación. Porque si a corto plazo ya se aventuran unos encuentros con espectadores en los estadios, todo lo que no sea pensar en una temporada 20-21 en idéntica situación sería extrañísimo, siempre y cuando las circunstancias respecto al covid-19 no sufran variación.

Ante esa situación, habrá que esperar a ver qué presenta finalmente en los próximos días -ahora mismo no hay fecha- el Córdoba respecto a su campaña de abonados. Hay que recordar que los primeros pasos sobre esta medida del público anunciados ya por el Consejo Superior de Deportes obligaron a una reestructuración del primer plan establecido en la zona noble de El Arcángel. Ahora, está sobre la mesa jugar con porcentajes en torno al 30% y el 50%, sin descartar que pronto la nueva normalidad permita abrir las puertas como antes.

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