Córdoba CF

El Córdoba CF, a la espera de los refuerzos de enero

Carlos Valverde golpea el balón, en el último entrenamiento realizado por los blanquiverdes.

Carlos Valverde golpea el balón, en el último entrenamiento realizado por los blanquiverdes. / Córdoba CF

El Córdoba CF exprimió el mercado de invierno para modificar un tercio de su plantilla, con el único y claro objetivo de aumentar sus opciones de entrar en la pelea por el ascenso. Hasta siete jugadores se sumaron a la disciplina de un club blanquiverde que vive este parón provocado por la crisis sanitaria del coronavirus desde la quinta posición de la clasificación del Grupo IV de Segunda División B, y con un nuevo entrenador, Juan Sabas, que todavía no ha podido estrenarse.

Con el calendario aún con diez jornadas por consumir, y las dudas de qué medidas tomará la Real Federación Española de Fútbol para salvar la temporada, en el seno de la entidad cordobesista confían en que estas semanas sin competición sirvan para ver la mejor cara de sus refuerzos. Porque hasta el momento no se ha notado el salto de calidad que se espera de un equipo que tiene "una de las dos plantillas más caras y de más calidad" del grupo, según palabras del consejero Adrián Fernández Romero.

De momento, la primera víctima del flojo rendimiento general ya fue Raúl Agné, despedido el pasado martes, tras una serie de tres jornadas sin ganar (1 punto de 9) que sacó al CCF de la zona de play off tras sólo tres semanas entre los elegidos. El técnico, a buen seguro, tenía su cuota de responsabilidad, pero los jugadores también. Y eso es algo que saben bien en la caseta, pues cuando se reanude la liga, de una forma u otra, las miradas estarán puestas sobre ellos, y no sobre Sabas.

Y especialmente sobre los siete fichajes invernales a los que aún se espera. De todos ellos, el único que se libra por ahora de la crítica es Jordi Tur, pues todavía no ha tenido minutos. El resto, todos han participado de sobra, aunque con un rendimiento alejado de lo óptimo. Sólo Carlos Valverde, mínimamente pese a haber jugado siete partidos y sumar 534 minutos, ha dado un plus con su verticalidad por fuera, aunque bien es cierto que su puesta en escena, culminada con un doblete vital ante el Yeclano, invitaba a pensar en una incidencia mayor en el juego por su parte.

Una aparición menos que el sevillano han tenido Piovaccari y Moutinho, dos a los que más en falta se está echando. El italiano llegó para marcar diferencias en el área contraria y, si bien no ha gozado de muchas oportunidades claras, lo cierto es que tras 540 minutos sigue sin ver puerta. Peor es el caso del extremo suizo, pues en su caso los minutos se reducen a la mitad (279) por culpa de unas continuas molestias en el pubis que confía en dejar atrás aprovechando este parón sine díe.

Los peculiares casos de Garrido e Iván Navarro

Sin hacer demasiado ruido ha pasado hasta la fecha Iván Robles, que pronto se hizo con el puesto de lateral derecho, por delante de Raúl Cámara. En sus cinco partidos (426) ha dado muestras de ir mejor hacia adelante que hacia atrás, pero sin acabar de despejar todas las dudas sobre su posición. Algo que sí hizo Willy con su trabajo como segundo punta, aunque una lesión en su tercera participación (218) lo ha tenido más de un mes en el dique seco, periodo que ahora se verá ampliado por esta crisis sanitaria.

Por último hay dos casos singulares. De un lado, Luis Garrido, pivote de contención que tras incorporarse a la disciplina cordobesista en noviembre fue finalmente inscrito en enero. Aunque nadie tiene un rol como el suyo en el plantel, en su debe sólo están los 45 minutos de su debut en Granada, momento en el que dejó de contar para Agné. De otro, Iván Navarro, incorporado para el filial, pero que ha aprovechado su irrupción en el primer equipo -con gol- para asentarse en él, siendo una alternativa más por fuera.

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