Córdoba CF

Luces y sombras del 4-4-2, el nuevo estilo del Córdoba CF

  • La apuesta de Raúl Agné multiplica su caudal ofensivo, pero dificulta el control del medio campo

  • Willy y Piovaccari son los dos únicos delanteros del equipo, que se queda sin el factor revulsivo

Raúl Agné charla con Willy y Piovaccari, en el entrenamiento del pasado miércoles.

Raúl Agné charla con Willy y Piovaccari, en el entrenamiento del pasado miércoles. / Juan Ayala

"La idea del míster es jugar 4-4-2 con mucho centro y remate". Federico Piovaccari desveló el lunes durante su (tercera) presentación oficial el plan que Raúl Agné tiene diseñado para el Córdoba CF para la segunda mitad de la temporada. Un estilo, exprimiendo la modificación del plantel en el mercado de invierno y ya dispuesto a las primeras de cambio ante el Yeclano, que ofrece luces y sombras, como quedó al descubierto en el choque ante la revelación de la temporada en el Grupo IV de Segunda B, finalmente resuelto con un tanto de penalti de Carlos Valverde (2-1).

Nadie discute el paso al frente dado por el técnico aragonés -habrá que ver si tiene cierta continuidad en los desplazamientos, sobre todo ante rivales de entidad como el Badajoz que espera el domingo (Nuevo Vivero, 17:00)-, que así recoge el guante lanzado por el club tras los cambios llevados a cabo en enero. Sin embargo, el aumento del caudal ofensivo choca con las dificultades para controlar el centro del campo, al tiempo que reduce las posibilidades de reacción desde el banquillo al alinear de salida a los dos únicos delanteros puros de la primera plantilla.

El primer partido con la plantilla definitiva fue toda una declaración de intenciones. Lógicamente, también necesita algún tiempo de adaptación, ya que la dirección deportiva apuró hasta el último día para confirmar la reconstrucción del equipo. El mejor sustento fue el triunfo, desde el que seguir el crecimiento necesario para alcanzar el objetivo, que ahora vuelve a verse a distancia (el play off está a dos puntos), siempre será más fácil. Pero más allá del resultado, la imagen dejó incógnitas.

El paso de Javi Flores como mediocentro organizador, junto a un pivote más posicional (primero Xavi Molina y luego Imanol García), marcaba la idea de Agné de que el Córdoba mandara desde la posesión al Yeclano. Pero en líneas generales fue el cuadro murciano el que marcó el ritmo y tuvo el control del encuentro. ¿Por qué? Principalmente por el perfil más combativo de sus centrocampistas y por su superioridad numérica en esa zona ancha, algo que puede repetirse de continuo ante la moda cada vez más extendida del dibujo 4-2-3-1, con un enganche puro en posiciones interiores.

Pero eso no le hizo realmente acreedor a salir con recompensa de El Arcángel. Porque sin tener el partido bajo su manto, el cuadro blanquiverde sí supo hacer mucho daño en ataque. Jugar con dos puntas le dio muchas opciones ofensivas y, lo que es más importante, muy claras. En los primeros 20 minutos, los mejores en el partido, Piovaccari y Willy tuvieron sendos mano a mano para haber dejado resuelto el choque; en el tramo final, el ariete italiano volvió a quedarse solo ante el meta azulgrana, sin saber resolver por el toque del central (era penalti, como el que luego decidió el choque ya a tres del 90).

Se echa en falta el último refuerzo que no cuajó

Ya en ese momento, y ante el empate que recogía el marcador, Agné se vio obligado a tirar de gente de refresco para buscar esa marchita más. No pudo hacerlo con delanteros, porque los dos únicos de una plantilla que no pudo cerrarse con una incorporación más como era deseo de Alfonso Serrano y el técnico, ya estaban en el verde. Las soluciones pasaron a ser Imanol para dar aire a la medular en el acoso final y el juvenil Fran Gómez, una promesa en la que el club tiene depositada mucha confianza, pero que todavía no es determinante.

Así, mientras todo se equilibra en el CCF, es fundamental que los blanquiverdes recuperen esa seguridad en el juego sin pelota y cerca de su área que ofreció durante la fase de mayor claridad, durante el mes de diciembre. Sería, sin duda, el argumento más sólido y el mejor complemento a esa variante más ofensiva sobre la que quiere trabajar, ahora que goza de elementos para intentar habitar en las inmediaciones del portal rival.

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