Córdoba CF - Yeclano | La Crónica

La obligación sin devoción (2-1)

  • Un doblete de Valverde acaba con la resistencia de un durísimo rival y da un gran triunfo al Córdoba

  • Los blanquiverdes siguen mostrando dudas en su juego, pero se colocan a dos puntos del 'play off'

Los jugadores del Córdoba CF celebran el tanto de Valverde que valió la victoria.

Los jugadores del Córdoba CF celebran el tanto de Valverde que valió la victoria. / Álex Gallegos

Tenía que ganar, y ganó. Pero lo hizo con sufrimiento y sin convencer lo más mínimo, gracias a un doblete de Carlos Valverde al inicio y al final del encuentro, el definitivo desde los once metros. Pero lo más importante es que el Córdoba CF acabó con la resistencia del Yeclano, la gran revelación de la temporada en el Grupo IV, un rival durísimo que demostró que quien quiera arrebatarle el sueño de pelear por el play off va a tener que sudar sangre. Y con ese triunfo vuelve a ponerse a distancia de la cuarta plaza, a sólo dos puntos de un Badajoz que espera el próximo domingo en el Nuevo Vivero. Será otra final con mayúsculas, aunque antes habrá que repasar los apuntes porque hay muchas cosas que mejorar.

Después de un mes de enero en el que ni la cabeza ni las piernas ni los planteamientos ofrecían una buena puesta en escena, el primer partido tras la revolución en el plantel ofreció de salida una cara muy diferente. Ya fuera por ver en el once por primera vez a dos delanteros juntos, o por ubicar a Javi Flores de mediocentro organizador o por el empuje moral que en la grada creó el debut de titular de Piovaccari, lo cierto es que el CCF salió enchufadísimo, empujado de manera extraña por su gente.

A los 50 segundos, la primera aparición del italiano ya levantó al público de sus asientos, pero el pie de Ubay evitó el gol tras una buena acción individual con autopase incluido. Pero la onda expansiva de ese primer ataque tuvo consecuencias pronto. Una brillante conexión de banda a banda, sobre el balcón del área, con Flores, Willy, el engaño de Pío y la asistencia de Miguel de las Cuevas la llevó a la red Carlos Valverde con un sutil toque elevado. Como no se cansa de decir Agné, si juntas a hombres de buen pie puede pasar esto…

Ese 1-0 al minuto 3 era una autopista hacia una actuación completa, una puerta al convencimiento propio y de extraños de que el Córdoba quiere estar con los mejores. Sin embargo, poco a poco el Yeclano fue entrando en el choque, sin hacer excesivo ruido, pero marcando su terreno. Saura, con una volea envenenada tras un despeje al centro de Jesús Álvaro, y Luis Castillo, con un cabezazo a la carrera apareciendo entre Xavi Molina y Fidel Escobar, firmaron las primeras llegada azulgrana.

Nada serio, pero que sí ponía sobre aviso, fundamentalmente viendo los desajustes, errores y faltas de concentración de la última línea de resistencia, especialmente Escobar, ido por completo. Pero el peligro real era más constante en el área contraria, y con Willy como actor principal. El ariete alargó la falta de puntería ya mostrado en su estreno en Murcia con un cabezazo cruzado tras un preciso centro de Robles que todo el estadio cantó gol, porque casi era más fácil echar la pelota fuera que meterla en el arco. Pero se fue un palmo.

Esa oportunidad, y otra ya camino del intermedio en otra carrera al espacio en la que se dejó caer al quedarse sin opción de tiro por su mal control, evidenciaron que el pacense llegado del Extremadura es un delantero notable, que puede aportar muchísimo a este Córdoba, pero que no tiene gol. Todo lo contrario que Piovaccari, que tiene la portería contraria siempre entre ceja y ceja. Lo demostró en aquella primera arrancada, y quizás se le olvidó en otra en la que quiso dejársela a Willy, facilitando el repliegue de la retaguardia visitante.

Willy le gana la partida al central y encara al meta del Yeclano. Willy le gana la partida al central y encara al meta del Yeclano.

Willy le gana la partida al central y encara al meta del Yeclano. / Álex Gallegos

Ese perdón, esa dificultad para agrandar la ventaja, terminó por pasarle factura al CCF todavía en el primer periodo. El crecimiento del Yeclano, capaz de marcar el ritmo y ocupar más campo, fraguó una entrada por la derecha de Mario Sánchez sorteando rivales hasta alcanzar la línea de fondo, para poner un centro preciso que Alayeto empujó a la red. Empate y volver a empezar; empate y otra vez las dudas en torno a un equipo que no termina de dar ese necesario paso al frente.

Entre otras cosas porque las ideas, el plan marcado según la elección y colocación de los futbolistas, no termina de llevarse a cabo. Porque pese a la acumulación de jugones y el rol de Flores en el eje de la medular, los blanquiverdes abusaron, tal vez en exceso, del envío directo desde los centrales. Y así no está del todo cómodo, como se viene viendo con el paso de las jornadas.

Así, el principal argumento ofensivo quedó una vez más en la verticalidad de Valverde, al que los azulgranas intentaron frenar con todo. Tras una falta al utrerano, Xavi Molina tuvo una gran ocasión con un cabezazo en plancha que incomprensiblemente no encontró el arco, a servicio medido de Javi Flores. Pero para que el caudal ofensivo creciera, la clave estaba en ganar seguridad defensiva. Una serie de imprecisiones estuvo a punto de penalizarlas el Yeclano con un zapatazo de Vaquero que se fue un palmo arriba.

El partido necesitaba un cambio, el Córdoba requería una marcha más. Agné buscó la solución primera con la entrada de Imanol en la medular por Xavi Molina, perdiendo posicionamiento para ganar frescura y pies. Aunque derribar el entramado, con trabajo, desgaste y fuerza en el cuerpo a cuerpo del Yeclano no iba a ser nada fácil.

Valverde encara a su par en una acción de la segunda parte. Valverde encara a su par en una acción de la segunda parte.

Valverde encara a su par en una acción de la segunda parte. / Álex Gallegos

Pero había que intentarlo. Sin fútbol, pero con garra, la reaparición de Piovaccari provocó dos oportunidades: en la primera, De las Cuevas ni se creyó verse delante de Serna y ni tiró ni centró; y en la segunda el propio punta italiano se quedó sin fuelle, desequilibrado lo justo por Ubay, para superar al meta azulgrana en el mano a mano. Con un cuarto de partido por jugar, El Arcángel se apuntó a la fiesta y trató de ser ese factor diferencial.

Con el aire externo y las fuerzas cada vez menguando más deprisa, el choque se fue jugando poco a poco más de continuo en el medio campo azulgrana. Valverde, con una volea mordida, y Flores, con un latigazo que no halló el ángulo, avisaron antes de que el cordobés marcara de cabeza tras un saque de esquina aprovechando un fuera de juego de Djetei, lo que invalidó la acción.

Imanol García fuerza el penalti

Ante la falta de claridad en el juego combinativo, la estrategia pidió su sitio. De las Cuevas botó no menos de media docena de córners hasta que por fin Djetei pudo conectar uno, aunque picado en exceso y sin dirección. Y al final fue un penalti, tras una falta en el área de Ubay sobre Imanol el que decidió la suerte del choque, gracias al temple y acierto de Carlos Valverde para batir a Serna.

A tres minutos del 90, para hacer capicúa el choque, el Córdoba volvía a tomar la delantera en el marcador. Pero ahora la prioridad ya pasó a ser no ampliarla, sino mantenerla. El Yeclano intentó irse arriba con todo, pero se encontró con la muralla tirada por un imperial Djetei, a ras de suelo y en las alturas. Y los tres puntos se quedaron en El Arcángel, que recuperó la ilusión, que cantó con fuerza, que gritó aliviado con el pitido final tras una batalla durísima que mantiene al CCF metido en una pelea de la que no se quiere descabalgar. Queda mucho, por hacer y por mejorar, pero nadie dijo que fuera a ser fácil...

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios