El Córdoba CF anunció hace un par de semanas su nuevo proveedor deportivo para las próximas cuatro temporadas, que será la marca italiana Givova, y poco después lanzó una campaña a través de sus redes sociales para pedir a sus aficionados ideas para el diseño de las nuevas equipaciones. Tras analizar las diversas propuestas, la entidad blanquiverde ya ha definido cómo será su nueva piel para el curso 20-21, si bien no será hasta mediados del próximo mes de julio cuando la presente en sociedad en un acto que pretende que se realice en algún lugar emblemático de la ciudad.

Porque nada es por casualidad. El primer proyecto de Infinity quiere trazar nuevos lazos de unión con Córdoba y su historia ya desde su forma de vestir, con guiños que espera tengan una buena acogida entre la afición. De esta manera, el club tiene decidido que en sus nuevas camisetas reservará un espacio para el skyline de la ciudad, seguramente con esa imagen imborrable para todo aquel que la visita del entorno del Puente Romano con la Mezquita-Catedral al fondo. Todo apunta a que ese guiño se realizará con la segunda equipación, que se conformará en su conjunto como un homenaje a la propia ciudad y, por lo tanto, podría tener también un color burdeos-morado semejante al de la propia bandera.

No quedarán ahí los detalles. Según ha conocido el Día, la entidad cordobesista también quiere recuperar el lema Pasión Infinita que sacó por primera vez la marca propia del club, CCF, justo antes de la llegada de Carlos González a la propiedad. Y hacer un guiño a la historia del club con su año de fundación, 1954, en lo que puede entenderse como un detalle que va un poco más allá que un simple número. No hay que olvidar las muchas voces que entendían -o siguen entendiendo- que la compra de la Unidad Productiva por Infinity -aún a la espera de ser ratificada en los juzgados por los recursos interpuestos y por la propia Real Federación Española de Fútbol- supondría empezar de cero y borrar los 66 años de existencia del club.

La tercera equipación, mientras tanto, será un tributo al centenario de la Electromecánica en la capital y, en particular, al equipo al que dio nombre y que se creó poco después, que vestía de rojo y blanco. Esos colores, curiosamente los mismos que forman la bandera de Bahréin, serán los que lucirán en un modelo sobre el que ya trabaja Givova, que ha dado total libertad al Córdoba para diseñar sus modelos para la temporada 20-21, sobre los que ya está trabajando.

El objetivo es tenerlos listos en las próximas semanas, pues los rectores blanquiverdes tienen la intención de hacer una presentación en sociedad no antes de mediados de julio. La idea es hacer un acto en un escenario emblemático de la ciudad, siguiendo la idea de años anteriores, como pistoletazo de salida a la venta de la nueva piel del cordobesismo. El contrato con el actual proveedor expira el próximo 30 de junio y, al menos hasta después de esa fecha, no podrán salir a la luz las nuevas equipaciones. 

La única apuesta que se mantendrá inamovible, aunque seguramente como un diseño atractivo, será la primera camiseta, que mantendrá las tradicionales rayas verticales blancas y verdes que siempre han identificado a un club cordobesista inmerso en mil batallas, pero cuya obsesión es sólo una: dar pasos en firme para construir un proyecto sólido que acabe con la esperada fiesta del ascenso por el retorno a Segunda División en 2021.