Jesús León, quien fuera presidente y máximo accionista del Córdoba CF, no solo habría gestionado el club de manera desleal con un número ingente de facturas dirigidas a empresas de su familia. También acudió, supuestamente, a la apropiación indebida pura y dura, para lo que llegó a falsificar la firma de su antecesor en el cargo, Carlos González, para quedarse un millón de euros que estaba consignados a la construcción de la ciudad deportiva, según determina el titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Córdoba, Luis Rabasa, en el auto de procesamiento, al que ha tenido acceso El Día.

El magistrado detalla que León procedió "él mismo o persona a su ruego" a confeccionar un documento denominado "Adenda" como complemento al contrato para la construcción de la ciudad deportiva del parque del Canal, formalizado por González en octubre de 2014 con el Grupo Grucal, que representaba el propio León.

El proyecto de la ciudad deportiva se vino abajo, ya que el consejo rector de la Gerencia de Urbanismo, en febrero de 2016, anuló la concesión al club de los terrenos, ubicados entre la avenida de la Arruzafilla y la carretera A-3050. 

León, no obstante, intentó enriquecerse, advierte el juez. Y, para ello, fabricó una adenda al contrato real. Para ello, el magistrado relata que León utilizó una impresora de inyección de tinta en la que, supuestamente, copió la firma de Carlos González. Procedía de una "matriz auténtica" cuya imagen "se manipuló", sin que González la firmara.

Sobre la base de ese documento, y "con la intención de enriquecerse ilícitamente a costa del patrimonio" del club, Jesús León habría ordenado el 6 de julio de 2018 una transferencia de un millón de euros a favor de la mercantil Grucal Properties, de la que él era el administrador.

Tras hacerse con el dinero, el juez constata que procedió a traspasar 940.000 euros a la mercantil Aglomerados Córdoba, de la que era propietario, y 60.000 a la cuenta bancaria de la sociedad Argonsa, administrada por uno de sus hermanos y con quien, según el magistrado, "se había concertado con la finalidad de ocultar ese dinero". El objeto social de la compañía era la "construcción de proyectos de ingeniería", concreta el auto judicial.

De acuerdo a esta resolución, Jesús León será juzgado finalmente por su gestión como presidente y máximo accionista del Córdoba CF, acusado de cuatro delitos: administración desleal, apropiación indebida, falsedad documental y blanqueo de capitales. También se sentarán en el banquillo su esposa y presidenta de la Fundación, María Isabel Madueño; sus dos hermanos, Ildefonso y José María, y su mano derecha durante su estancia al frente de la entidad blanquiverde, Fran de Paula.

El auto desglosa las actuaciones del empresario montoreño durante gran parte de los casi 22 meses en los que estuvo al frente del Córdoba CF, entre el 12 de enero de 2018, cuando se hizo efectiva la compraventa del paquete mayoritario de acciones a Carlos González por un precio de 9,5 millones de euros, y el 7 de noviembre de 2019, cuando fue detenido por la Guardia Civil en lo que se llamó Operación Trapicheos. Poco menos de dos años en los que, supuestamente, Jesús León orquestó el saqueo del club cordobesista en connivencia con sus familiares más cercanos y su mano derecha.