córdoba c.F.

Debut con claroscuros

  • El conjunto blanquiverde mostró carencias atrás, justo la mayor virtud que se le adivinó en la pretemporada

  • En ataque, pese a las carencias, los de Sandoval se mostraron resolutivos

Alejandro Alfaro se lamenta tras una ocasión fallada en el partido del sábado ante el Numancia.

Alejandro Alfaro se lamenta tras una ocasión fallada en el partido del sábado ante el Numancia. / álex gallegos

Un punto fue el botín logrado por el Córdoba en su debut ante el Numancia. Un empate que puede saber a mucho o a poco a los blanquiverdes, siempre según el prisma desde el que se mire el resultado final ante el conjunto soriano (3-3). Y es que en un partido loco, los de Sandoval tuvieron la victoria hasta en dos veces en su mano, pero terminaron salvando un punto en los minutos finales gracias al tanto de Aythami. Fue un debut de luces y sombras el de los blanquiverdes en El Arcángel. 90 minutos que volvieron a evidenciar que las sensaciones de la pretemporada rara vez se trasladan tal cual a la competición oficial.

Como empeñado en dar la vuelta a lo visto en los amistosos veraniegos, el Córdoba fue un equipo certero en ataque y dubitativo en defensa. En la vanguardia, los de Sandoval demostraron que ante la falta de delanteros existen ciertas soluciones en el plantel. Como dato a tener en cuenta, las tres líneas del campo -defensa, centro del campo y delantera-, aportaron en la faceta realizadora.

El cuadro cordobesista pagó también el gran esfuerzo físico que hizo y la mayor posesión rival

El Córdoba volvió a ser un equipo vertical, necesitado de pocos toques para llevar el balón arriba y crear peligro. La verticalidad de Álvaro Aguado ayudó mucho a ello. Y cuando el Numancia lograba tapar la salida de balón del cuadro cordobesista, Stefanovic no dudaba en buscar el desplazamiento en largo. La otra gran baza de los de Sandoval fue el ataque por los costados, con un Fernández volcado y un Javi Galán poco acertado, aunque igualmente voluntarioso.

Además, el equipo blanquiverde demostró que a balón parado será un conjunto peligroso. Javi Lara llevó bastante peligro en cada balón que colgó al área tras faltas laterales o saques de esquina, en los que Quintanilla y Aythami se hicieron grandes para rematar.

A todo ello hay que sumar algo que siempre se presupone pero que resulta admirable en la situación que atraviesa el Córdoba y es la actitud. Los blanquiverdes se vaciaron en el campo, algo que incluso se notó en el bajón físico que el equipo sufrió a partir del minuto 70, y recibieron por ello el calor de una afición que valora esa entrega como premisa fundamental para todo aquel que se ponga la camiseta del CCF.

Pero no todo fueron luces en el debut del Córdoba en esta temporada. El equipo de Sandoval demostró una endeblez defensiva que puede explicarse como consecuencia del poco tiempo de trabajo que acumula el técnico de Humanes, pero que debe ser corregida cuanto antes para que el equipo sea de verdad competitivo. Y es que si algo no había conseguido condicionar el problema económico con el límite salarial era la solidez que el Córdoba tenía atrás, con tres centrales como Álex Quintanilla, Jesús Valentín y Aythami Artiles que rindieron a las mil maravillas la temporada pasada. Sin embargo, a las primeras de cambio el equipo recibió tres tantos, para desgracia de un Igor Stefanovic que sin ser el principal culpable tampoco se ganó precisamente el puesto ante la baja de Pawel.

El primero de los goles dejó patente una falta de concentración en la defensa de acciones a balón parado, uno de los fuertes del equipo sólido que Sandoval logró construir. Carlos Gutiérrez le ganó la partida a Álex Vallejo y se elevó fácil para marcar a placer. El problema se agravó en el segundo tanto, en un exceso de confianza en banda de Javi Galán, al que Yeboah le ganó con facilidad la partida. En el tercero, el desajuste fue bastante similar, con Aythami y Valentín yendo al costado izquierdo a interceptar un balón que no lograron cortar y que se convirtió en el tanto de Alain. Esa fragilidad defensiva mostrada en apenas 25 minutos lastró mucho al Córdoba, que aún así supo encontrar el empate por su insistencia final.

A esos últimos minutos llegó el equipo cordobesista con poca gasolina, principalmente por dos motivos. Uno lo explica la lógica de la primera jornada de competición y la alta temperatura a la que se disputó el choque, que fue detenido en ambas partes por el árbitro para que los jugadores se refrescaran. Pero esa merma física también llegó en parte por el tremendo esfuerzo que tuvo que hacer el equipo de Sandoval corriendo detrás del balón, pues el Numancia acumuló el 57% de la posesión. Ni siquiera cuando dominaba el marcador en la primera parte, el Córdoba supo tener más la pelota y protegerse así. Algo que habrá también que corregir para evitar situaciones como las vividas el pasado sábado.

Y para evaluar el avance en los problemas detectados, el Córdoba tendrá una oportunidad de oro el próximo sábado, con la visita a El Arcángel. Otro test de nivel para medir la progresión de un Córdoba que dejó buenos detalles en su estreno pero que tiene que pulir otros importantes para ser el rival temible que fue en la segunda vuelta del curso anterior.

Tags

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios