El Córdoba CF regresa este miércoles al trabajo tratando de dejar atrás el buen partido realizado en La Rosaleda para centrar sus miras en el Ceuta, que el domingo visita El Arcángel en otro compromiso exigente. Tras dos días de descanso, la plantilla ha digerido ya el sabor agridulce del empate ante el Málaga, un resultado que a ojos de cualquier espectador se quedó corto merced a los méritos acumulados por el conjunto blanquiverde durante todo el partido. Sin embargo, la poca eficacia ofensiva volvió a castigar al equipo de Iván Ania, volviendo a poner de manifiesto que esa falta de claridad en el área rival es uno de los grandes problemas que tiene el equipo.

Y es que, por su propuesta de juego, el Córdoba es uno de los equipos de toda la Primera Federación que más y mejor somete a los rivales a través de tener el balón. Eso permite al conjunto cordobesista llevar prácticamente siempre la iniciativa y buscar la portería rival de manera insistente, aunque de momento sus datos de goles no están entre los mejores ni siquiera del Grupo 2.

La estadística refuerza esa idea que se desprende de los partidos del Córdoba CF de que el aprovechamiento del poderío ofensivo del equipo no es del todo satisfactorio, al menos hasta el momento. Y es que tras diez partidos (queda por disputar el aplazado ante el Atlético Sanluqueño), el Córdoba es uno de los equipos de toda la Primera Federación que más disparos realiza por partido. Los datos de WyScout, una herramienta de uso común para maneja la estadística avanzada en el fútbol, hablan de que el equipo de Ania promedia 12 intentos de disparo por partido. De ellos, sin embargo, menos de un tercio (algo menos de cuatro por encuentro) van dirigidos entre los tres palos de la portería rival.

Esos datos dejan un ratio de acierto menor al 33% para el conjunto cordobesista, que necesita de tres intentos para inquietar una vez al meta del equipo contrario. Un balance que obliga a los blanquiverdes a un sobreesfuerzo para hacer subir goles a su marcador, algo que por ejemplo se puede ver a la perfección en el duelo ante el Recreativo de Huelva en El Arcángel. Ese partido se resolvió por la mínima gracias al gol de Toril, pero el CCF tuvo acercamientos para haber logrado una victoria bastante holgada ante el Decano.

Con esa poca eficacia que muestran los datos no es de extrañar que el Córdoba CF tenga unos números discretos en lo que a goles a favor se refiere, a pesar de la valentía y verticalidad con la que afronta los partidos. Los de Iván Ania han hecho 14 goles en diez fechas y tienen hasta seis equipos del Grupo 2 de Primera Federación por delante en esa estadística.

Para un equipo que acostumbra a dominar los partidos con tanta solvencia, la cifra de goles a favor se antoja demasiado escasa y esa es una de las claves de que el Córdoba no haya terminado de posicionarse todavía en la zona noble de la clasificación, debido a esos puntos que se han escapado en situaciones a priori favorables. La derrota en casa ante el Linares o el empate cosechado en La Rosaleda ante el Málaga son los mejores indicativos de que el cuadro cordobesista es poco eficaz en ataque.

Y es que en la virtud está el pecado. Si una de las grandes potencialidades de este Córdoba CF es su capacidad para generar llegadas a la portería rival, su bajo ratio de eficacia es uno de los principales déficits del equipo. La parte positiva del asunto es que el potencial está ahí, a falta solo de ser pulido. A poco que el conjunto cordobesista sea capaz de mejorar en esa última toma de decisión ante la portería rival, el salto de calidad que los hombres de Iván Ania buscan desde hace semanas acabará llegando.