El tren en Córdoba: De la Estación Central a la del AVE
La capital estrenó servicio ferroviario en 1859, gracias a la entonces Compañía del Ferrocarril de Córdoba a Sevilla, en un complejo que se mantuvo operativo hasta el 8 de septiembre de 1994, fecha en la que partió el último tren con destino a Madrid
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Córdoba/Córdoba estrenó servicio ferroviario en 1859, once años después de que empezara a funcionar la primera línea establecida en la Península Ibérica (el tramo Barcelona-Mataró, en 1848). No obstante, a modo de anécdota, Juan Varela, guía de Artencórdoba, recuerda que "no debemos olvidar que el trayecto cubano de 1837 de La Habana a Güines, a la sazón provincia española de ultramar, fue la opera prima del ferrocarril español".
"La primera línea tendida en Córdoba se realizó entre esta ciudad y la cercana Sevilla en 1859. Por aquel entonces, cada compañía ferroviaria estaba obligada a realizar su propio tendido viario y a construir las estaciones necesarias a lo largo del mismo. Así pues, la Estación Central de Córdoba fue construida por la Compañía del Ferrocarril de Córdoba a Sevilla (CS), que también era propietaria de la línea que iba hasta la capital hispalense. El 25 de abril de 1859 llegaría a Córdoba el primer tren procedente de Sevilla en fase de pruebas, entrando en servicio regular a partir del 2 de junio", destaca Juan Varela.
La Estación Central de Córdoba (conocida también coloquialmente como Estación de Madrid) se mantuvo operativa hasta 1994, año en el que fue sustituida por la Estación del AVE. Con el paso de los años acabaría pasando a manos de la Compañía de los Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y Alicante (MZA) y más tarde a las de Renfe. Actualmente, el edificio de viajeros de la que fuera la Estación Central de Córdoba se conserva como sede de la Radio Televisión Andaluza (Canal Sur).
Rafael Varela cuenta que para celebrar la llegada de la primera locomotora a vapor a Córdoba, una primera locomotora a la que se le bautizó como San Rafael, "las campanas de la Mezquita-Catedral repicaron incesantemente durante horas, hubo bailes populares en diversas calles de la ciudad y el Ayuntamiento repartió pan, potajes y monedas de un real entre los pobres. En los centros de beneficencia se repartieron comidas extraordinarias y en la plaza del Potro se celebró un banquete costeado por la Diputación con muchos invitados ilustres. Hubo fuegos artificiales y los jardines de La Victoria se adornaron con farolillos de colores y una iluminación extraordinaria. Y todo porque Córdoba ya tenía estación de tren y se conectaba con Sevilla en ¡tan solo cuatro horas!".
Cuentan las crónicas periodísticas de la época que a partir de 1866 la estación del ferrocarril de la línea Córdoba-Sevilla también quedó enlazada con la línea Manzanares-Córdoba propiedad de la compañía MZA, "compañía que conectaba Andalucía con la Meseta". La Compañía del Ferrocarril de Córdoba a Sevilla y MZA acordaron compartir el uso de la estación, dado que la última carecía de instalaciones propias en la capital cordobesa. Esta situación se mantuvo hasta que en 1875 la Compañía del Ferrocarril de Córdoba a Sevilla fue anexionada por MZA, que incorporó la estación a su propia red, instalando además un depósito de locomotoras en la estación.
"La llegada del ferrocarril supuso un gran impulso para la transformación de la ciudad. Alrededor de las vías se fueron estableciendo numerosas factorías y empresas, lo que catapultó el desarrollo económico de la zona. Sin embargo, la llegada del ferrocarril también supuso un grave inconveniente a Córdoba, pues las vías se convirtieron en una barrera que impedía el crecimiento de la ciudad hacia la Sierra interrumpiendo la comunicación con los barrios situados al norte. No sería hasta 1920 en que la propia compañía MZA construyera el único paso elevado que tuvo Córdoba para salvar las vías, el famoso viaducto del Brillante, reformado y ampliado en 1952 aunque claramente insuficiente", tal y como detallan Francisco Acosta Ramírez y Francisco García Verdugo en la obra Córdoba en la Historia: La Construcción de la Urbe.
Estación Córdoba-Cercadilla
En 1874 en Córdoba se inauguró otra estación, la estación de Córdoba-Cercadilla, ubicada en la zona que ahora ocupa la Estación del AVE. Las instalaciones, que a lo largo de su historia pasaron por manos de varias compañías ferroviarias, constituyeron una importante bifurcación ferroviaria por ser el punto de partida de las líneas Córdoba-Málaga y Córdoba-Almorchón. Con los años Cercadilla acabaría perdiendo importancia ante la Estación Central.
Cuenta José Antonio Ortega Anguiano, en su tesis doctoral El ferrocarril de Córdoba a Belmez: una visión humanista a través de la geografía humana y la arqueología industrial, que en 1865 entró en servicio oficialmente la línea Córdoba-Málaga, cuya construcción había corrido a cargo de la Compañía del Ferrocarril de Córdoba a Málaga (CM). "En un principio no se construyó una estación propia y esta línea llegaba hasta la estación de la Compañía del Ferrocarril de Córdoba a Sevilla, haciéndose un uso compartido de la misma. Aunque en su época llegó a plantearse la posibilidad de construir una estación conjunta que también acogiera la prevista línea Córdoba-Belmez, entonces en construcción, finalmente esta posibilidad nunca se materializó. Con los años, esto generaría no pocos conflictos para el tráfico ferroviario. La Compañía del Ferrocarril de Córdoba a Belmez acabó construyendo una estación propia en Córdoba que recibiría el nombre de Cercadilla por los terrenos en los que se encontraba. Las instalaciones entrarían en servicio en la primera mitad de 1874, con un edificio de viajeros muy sencillo. A finales de la década de 1870 la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces terminaría haciéndose con el control del ferrocarril Córdoba-Belmez y de todas sus instalaciones, incluyendo Córdoba-Cercadilla".
Ortega Anguiano también detalla que bajo Andaluces, la estación de Córdoba-Cercadilla se acabaría consolidando como el punto de inicio de las líneas Córdoba-Málaga y Córdoba-Belmez. "Las instalaciones de Cercadilla se encontraban situadas junto a la estación del Ferrocarril de Córdoba a Sevilla, cuya propiedad había pasado a manos de la compañía MZA en 1875. La existencia de dos estaciones generó problemas debido al hecho de que nunca existió un transbordo de pasajeros entre ambas, a pesar de que estaban enlazadas entre sí por ferrocarril. Por otro lado, la compañía Andaluces nunca construyó un edificio de viajeros acorde al movimiento de personas que tenía Córdoba y mantuvo la estructura original, a pesar de las numerosas quejas que hubo de las autoridades y la población. Las instalaciones sí dispusieron de un depósito de locomotoras —construido e inaugurado en 1901—, cocheras, depósitos de agua, muelles de carga", insiste.
En 1922 la compañía Andaluces realizó unas obras para la ampliación de la playa de vías en el complejo de Cercadilla, encontrándose durante las mismas restos de un yacimiento romano. Las actuaciones arqueológicas fueron dirigidas por Joaquín María de Navascués. A lo largo de 1931 se instaló doble vía entre las estaciones de Córdoba-Cercadilla y Valchillón. En 1936, durante la Segunda República, Andaluces fue incautada por el Estado debido a sus problemas económicos, y asignada la gestión de sus infraestructuras a la Compañía Nacional de los Ferrocarriles del Oeste.
Tras la Guerra Civil, en 1941, la nacionalización de los ferrocarriles de ancho ibérico trajo consigo o la desaparición de MZA y la creación de la Red Nacional de los Ferrocarriles Españoles (Renfe), que se hizo cargo de ambas estaciones. De forma progresiva casi todos los servicios ferroviarios fueron centralizados en la Estación Central, aunque todavía Renfe mantuvo operativas las antiguas instalaciones de Andaluces para otros usos (por ejemplo, para los expresos de la línea Córdoba-Almorchón debían iniciar su recorrido desde Cercadilla). En la pasada década de los 50, la Estación Central de Córdoba, debido a su privilegiada posición, mantenía servicios ferroviarios con destino a Almorchón, Marchena, Granada, Málaga, Algeciras, Sevilla, Alcázar de San Juan o Madrid. Además, bajo gestión de Renfe se sustituyó paulatinamente la tracción vapor por máquinas diésel y eléctricas.
Detalla Emilio Cabrera, en su obra Córdoba capital. Volumen I: Historia, que en 1977 el Consejo de Ministros aprobó el proyecto para la construcción de una nueva estación de ferrocarril en Córdoba, estableciéndose una Red Arterial Ferroviaria que supondría la liberación de los terrenos ferroviarios. "Pero en 1980 la pretensión del alcalde Julio Anguita de que todos los terrenos ferroviarios que quedasen liberados revirtieran exclusivamente al ayuntamiento chocó con la frontal oposición de Renfe, por lo que el plan quedó en punto muerto durante los siguientes años. El 6 de marzo de 1989 finalmente se firmaba el acuerdo para la construcción de la nueva estación de ferrocarril, que acabaría adoptando el nombre de Córdoba Central. El proyecto incluía la llegada de la alta velocidad a Córdoba, debido a la decisión gubernamental de construir el Nuevo Acceso Ferroviario a Andalucía (NAFA) en ancho internacional", detalla.
Emilio Cabrera también apunta que las obras de esa nueva estación comenzaron a finales de 1990, con el derribo de todas las antiguas instalaciones de Cercadilla y la reorganización de la playa de vías, que incluyó el tendido de las vías de la nueva línea de alta velocidad Madrid-Sevilla. "Como consecuencia de los trabajos en la zona de Cercadilla, fue eliminada la conexión con la línea Córdoba-Almorchón, siendo levantado el trazado de acceso a la ciudad. Otra consecuencia de la llegada del AVE fue el trasladado fuera del casco urbano del comienzo de la línea Córdoba-Málaga, quedando situado cerca de la nueva estación de El Higuerón. También fueron derruidas las antiguas cocheras del depósito de locomotoras, los talleres y las rotondas giratorias. Para 1992 ya se encontraba en servicio la conexión de alta velocidad, que permitía el enlace con Madrid, Ciudad Real y Sevilla en menor tiempo que el ferrocarril convencional, coincidiendo con la celebración de la Expo'92 de Sevilla", explica.
La antigua estación se mantuvo operativa hasta su clausura el 8 de septiembre de 1994, fecha en la que partió el último tren con destino a Madrid y se procedió al levantamiento de la vía. Al día siguiente entraron en servicio las instalaciones de la nueva estación del AVE.
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