El 'poderío' de Andrew Pocrid y sus flamencas revoluciona la Feria de Córdoba un año más

El diseñador cordobés convirtió El Arenal en su particular pasarela de moda flamenca junto a clientas y amigas ataviadas con modelos de su última colección, 'Mayo Vol. II'

De lunares y firmado por Ivanros, así es el botijo (no botijo) más flamenco de la Feria de Córdoba

Andrew Pocrid, acompañado de sus clientas en la Feria de Córdoba
Andrew Pocrid, acompañado de las 'Chicas Pocrid' en la Feria de Córdoba / Adrián Perea

Ya se ha convertido en tradición: el diseñador Andrew Pocrid y un nutrido grupo de clientas y amigas se daban cita a primera hora de la tarde en la caseta La Astillera de la Feria de Córdoba. Previamente, el diseñador acudió a almorzar a La Casa de Manolete Bistró, donde hace poco tuvo lugar la presentación de su última colección flamenca, Mayo Vol. II.

El recinto de El Arenal se ha convertido, un año más, en una espectacular pasarela flamenca. El mejor escenario donde ver de cerca y en movimiento los modelos de su propuesta más reciente.

“Cuando ves a cada clienta con el modelo que ella ha elegido, con el que se ha sentido identificada –que en la mayoría de las ocasiones coincide con la forma en que yo lo imaginé- resulta fascinante porque quiere decir que, no solamente haces un trabajo bonito, sino que va mucho más allá”, asegura Pocrid. “Piensas en la persona que va a lucirlo y que tienes en frente a alguien dispuesto a valorar tu trabajo y es algo por lo que yo me siento muy afortunado. Tengo una clientela que avala mi trabajo, que me respalda y me da una seguridad en cada proyecto en que me embarco. Por eso el sábado de Feria es para mí el momento de disfrutar con ellas, de agradecerles el hecho de estar ahí un año más y de pasarlo genial”, ha añadido.

El modisto posa a la entrada de La Casa de Manolete Bistró
El modisto posa a la entrada de La Casa de Manolete Bistró / Adrián Perea

Igualmente, el diseñador ha subrayado que “el sábado de Feria es una ocasión perfecta para gestar una buena imagen de Córdoba, dar a conocer lo que hacemos, que la moda cordobesa tiene mucho peso”.

Rodeados de las ‘Chicas Pocrid’, ha destacado: “Es una ocasión perfecta para hacer un trabajo por mi tierra, presentar la Feria de Córdoba como un evento de entidad, dar una imagen de que los cordobeses tenemos estilo. Generar, en suma, buenas sensaciones y animar al público a que venga a nuestra Feria”. En este sentido, ha ahondado diciendo: “Mi labor, a través de mi trabajo, es vender una imagen elaborada de mi tierra. Yo siempre les digo a mis clientas que se pongan muy guapas porque tenemos que ‘vender’ muy bien Córdoba”.

El diseñador cordobés junto a su madre y musa
El diseñador cordobés junto a su madre y musa / Adrián Perea

Con la moda cordobesa por bandera

Definida por el diseñador como “muy flamenca, purista, pero vanguardista al mismo tiempo”, Mayo Vol. II estaba compuesta, en origen, por 13 piezas que plasman el aire y el concepto de la colección. Sin embargo, el cordobés, desde el recinto ferial, reconocía: “La colección ha sido notablemente ampliada porque ha habido más demanda que modelos que inicialmente la componían. Así que se han estrenado muchos más vestidos de los que se dieron a conocer durante la presentación de Mayo Vol. II. Son vestidos nuevos, realizados en exclusiva, aunque siempre tomando como punto de partida la colección”.

Andrew Pocrid a su llegada a la Feria de Córdoba
Andrew Pocrid a su llegada a la Feria de Córdoba / Adrián Perea

En la nueva propuesta flamenca de Andrew Pocrid se impone el binomio blanco-negro, mientras que el rojo y fucsia aportan el toque color. No faltan los lunares XXL y las flores, que se alternan con bordados a mano y pedrería en cristal de Swarovski. Mientras que el clavel, icono del Mayo Cordobés, es una constante que, en más de una ocasión, corona escotes joya.

Lo que se mantiene inalterable es la esencia de la Mujer Pocrid, que “es siempre la misma independientemente de si es una novia, invitada o flamenca. Se trata de una mujer fuerte, empoderada, que le gusta distinguirse”. Ahora bien, “la espectacularidad, la necesidad de volverse a mirar a quién lo lleva y el sello propio que tiene una flamenca Pocrid también es indiscutible”, como ha dejado bien claro.

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