Semana de la ONCE | Desayuno a ciegas

Un desayuno de lo más inclusivo

  • Un técnico enseña las nociones básicas de comportamiento en mesa y el método de las agujas del reloj para detectar los alimentos en el plato

Un técnico de la ONCE enseña cómo servir el zumo con antifaz.

Un técnico de la ONCE enseña cómo servir el zumo con antifaz. / Jordi Vidal

¿Podría desayunar sin ver donde está el café? La rutina de las personas invidentes tiene obstáculos desde primera hora de la mañana, como servirse un café o preparar una tostada. Es por esto que la ONCE ha organizado un desayuno a ciegas en Bodegas Campos, para concienciar de cómo son algunas de las actividades cotidianas que tienen que afrontar estas personas a diario.

La actividad, dirigida a profesionales de los medios de comunicación, tiene como objetivo que se pueda experimentar en primera persona una tarea tan fundamental como es el desayuno. Puede ser una verdadera odisea y, a lo que cualquier persona suele dedicarle 15 minutos, puede convertirse en una hora.

Labores tan básicas como untar mantequilla o colocar el zumo en la mesa pueden terminar con una tostada casi sin cubrir y el vaso de agua volcado. Durante la sesión, los participantes han detectado la complicación de manejar las manos en la mesa, ubicar todos los elementos e, incluso, el peso de los cubiertos y los vasos.

Un momento del desayuno. Un momento del desayuno.

Un momento del desayuno. / Jordi Vidal

La sesión ha sido guiada por un técnico de la ONCE, Francisco Laguna, que se ha referido al desayuno como una “actividad de empatización con el colectivo de personas ciegas con discapacidad visual grave”. En este caso, ha abordado la sesión con unas nociones básicas de comportamiento en mesa, como ubicar los cubiertos o untar la mantequilla.

Para desayunar, sin acabar con la mermelada en los pies y el café en la cabeza, Laguna ha enseñado a palpar para detectar los elementos de la mesa y manejar las manos alrededor del plato. Para identificar los alimentos se utiliza como método las agujas del reloj, por ejemplo, a las 3:00, la lechuga, y a las 6:00, la carne.

Es muy importante que los camareros conozcan estas pautas y en todo momento expliquen lo que están sirviendo. Otro de los objetivos finales es “conocer lo capaces que son las personas ciegas al afrontar esta situación día a día”, confesó Laguna, puesto que “son capaces de hacer muchas cosas de forma independiente”.

La Semana de la ONCE

El desayuno a ciegas forma parte de la Semana de la ONCE. Es una de las 200 actividades que se organizan en la comunidad andaluza, con la que se pretende “reivindicar cuáles son las complicaciones que las personas ciegas se encuentran en el día a día y cómo las superan”, según ha reflejado el consejero territorial de ONCE Andalucía, Ceuta y Melilla, Francisco Valderas, y dar visibilidad de la situación a la sociedad para que se conozcan las herramientas y actuaciones para facilitar la actividad del colectivo.

Desayuno a ciegas organizado por la ONCE. Desayuno a ciegas organizado por la ONCE.

Desayuno a ciegas organizado por la ONCE. / Jordi Vidal

Por su parte, la directora provincial de la ONCE, Carmen Aguilera, ha declarado que “los restaurantes y negocios están cada día más adaptados”, pero “aún queda camino por recorrer”. La ONCE dispone de pautas básicas de actuación, que pueden solicitar los restaurantes.

Aguilera ha destacado la importancia de la accesibilidad y el orden, que deben mejorar porque “socialmente te sientes mucho más integrado”. También se reclama la importancia y necesidad de señalar los alimentos y envases, que no tiene por qué ser en braille, “un código QR para leerlo a través del móvil” es válido. Ha apuntado, además, que “la cuestión es tener todo organizado y diferenciado”, porque de esta forma se puede “normalizar esta situación” y permite “tener una vida independiente”.

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