Foro Romano, 12

El consenso que no debió quebrarse

  • Violencia machista. Vox impide una declaración institucional contra la violencia de género a las puertas del 25-N y tras 12 años de acuerdo en este tema de todos los partidos políticos

Integrantes de la Plataforma Cordobesa Contra la Violencia hacia las Mujeres, en el Pleno municipal.

Integrantes de la Plataforma Cordobesa Contra la Violencia hacia las Mujeres, en el Pleno municipal. / Juan Ayala

Esta semana ha ocurrido algo que no ocurría desde hace 12 años. Se ha roto el consenso en cuanto al rechazo a la violencia de género por parte del Pleno municipal, es decir, por parte de los representantes de todos los cordobeses de la capital. Hace ya 12 años que la Plataforma Cordobesa Contra la Violencia hacia las Mujeres presentaba una propuesta para mostrar la repulsa a la violencia machista. Los grupos municipales hacían suya dicha propuesta y el Pleno hacía una declaración institucional. Para que esa declaración institucional pudiera llevarse a cabo, era necesario alcanzar el consenso de todos los partidos presentes en Capitulares. Y así se hacía, hasta esta semana.

El grupo municipal de Vox decidió no apoyar esa declaración institucional por lo que no pudo llevarse a efecto, lo que provocó que ese rechazo a la violencia de género tuviera que comunicarse en forma de moción. La moción, eso sí, salió adelante por el apoyo de todos los grupos, excepto de Vox.

La portavoz de Vox en el Ayuntamiento, Paula Badanelli, explicó su posicionamiento con palabras que se han escuchado ya varias veces en boca de otros miembros de su partido. Alegó, por ejemplo, que Vox está “en contra de todas las violencias”, algo que no debe ser excluyente para apoyar la lucha contra una violencia concreta; en este caso, la que sufren las mujeres por el simple hecho de serlo. Está claro que el resto de partidos presentes en el Pleno también rechazan cualquier tipo de violencia y no por ello rompieron un consenso que poco tiene que ver con los argumentos que dio Badanelli en su intervención. En dichos argumentos también se escucharon las palabras chiringuito y lobby, presentes en el argumentario de la formación de ultraderecha cuando se deciden a hablar de estos temas.

Esta semana, por lo tanto, ha ocurrido algo que no ocurría desde hace 12 años, pero también han pasado muchas cosas que tienen malditos tintes de normalidad. Esta semana algún policía ha hecho guardia en la puerta de una mujer maltratada, otra mujer se ha decidido a denunciar a su expareja, otra ha vuelto a sentir miedo de hacerlo. Esta semana, casi con total seguridad, un niño ha visto cómo su padre le gritaba a su madre y otra niña ha visto cómo le pegaba.

También ha ocurrido que cuando Vox redactaba argumentario para soltar en los plenos municipales a lo largo de este año tres mujeres morían asesinadas a manos de sus parejas en Córdoba, más de 50 en España, una cifra que ya superaba a todos los asesinatos machistas de 2018.

No se puede negar la mayor, no se pueden dar pasos atrás, no se puede retroceder en el tiempo en un tema tan importante como éste. No se pueden usar argumentos vacíos que no tienen en cuenta lo estructural de una problemática que va más allá de una discusión política en un Pleno.

Los gestos y los símbolos son importantes, aunque puedan parecer una nimiedad. Esa declaración era necesaria como lo era los 12 años anteriores. Quizá más necesaria que los debates que se quieran abrir en torno a otros asuntos. Debates que nunca deberían existir cuando se habla de violencia machista. No queda más que aplaudir a la Plataforma y a los partidos que sí son conscientes del problema, aunque pueda parecer inverosímil.

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