Coronavirus Córdoba

Vuelta a la bata blanca para ganar la guerra al coronavirus

Un médico con medidas de protección frente al coronavirus.

Un médico con medidas de protección frente al coronavirus. / Efe

La pandemia del coronavirus está sacando lo mejor de la sociedad y la vocación de servicio a los demás ha resurgido sobre todo en las profesiones sanitarias. Tras la llamada de la Consejería de Salud y del Colegio de Médicos para que los jubilados se apuntaran en una bolsa de voluntarios han sido muchos los galenos  que se han alistado para volver a las trincheras en época de guerra. Pero esta no es una contienda cualquiera; el enemigo es desconocido y los medios empiezan a escasear.

En las últimas semanas se han producido múltiples bajas por contagio en el ejército sanitario, entre ellas las de bastantes médicos (incluido el fallecimiento del médico de familia Manuel Barragán) y, debido al ascenso de la curva y a la falta de suficiente material de protección y de test, la realidad es que la situación podría empeorar.

Sin embargo, los refuerzos ya vienen de camino y ya son más de 30 los facultativos que se han apuntado a esa bolsa de voluntariado a sabiendas de las difíciles circunstancias que están viviendo sus compañeros en activo. El deber los llama ante una situación nunca antes imaginada.

Dos de ellos son Cristóbal Montes y Francisco Guerra, dos galenos de ámbitos y perfiles muy diferentes, pero que no han dudado ni un segundo en poner su experiencia y conocimiento al servicio de la Administración sanitaria para cuando sean necesarios en hospitales o centros de salud.

El doctor Montes se jubiló hace seis años tras una trayectoria de 35 ejerciendo como médico de familia en municipios como Dos Torres, Valsequillo y Espiel, donde ha pasado la mayor parte de su vida. Ahora, a sus 66 años, se ha apuntado a la bolsa de jubilados voluntarios porque estamos ante "una situación excepcional" que "está desbordando los sistemas sanitarios". Nacido en Zambra, Montes se siente bien física y mentalmente para asumir esa responsabilidad, por eso "pensaba que tenía el deber de echar una mano si hacía falta".

Montes asegura que no le gusta correr riesgos innecesarios, pero ante esto "hay que tirar para adelante"

Aunque los especialistas de Primaria están acostumbrados a tratar epidemias de gripe, "unas más graves y otras menos", el coronavirus es "algo nuevo que nos ha cogido desprevenidos a todos", señala. Y, aunque el miedo a que pueda contagiarse esté presente, sabe que no hace falta ser médico para ello.

La exposición a ciertas enfermedades forma parte de esta profesión, por eso, quizás "tengamos menos miedo”, confiesa, a la vez que insiste en que no es una persona "de correr riesgos innecesarios, pero en una situación como esta hay que tirar para adelante".

Por su parte, Francisco Guerra ha sido médico de familia en Iznájar y de Urgencias en Baena, catedrático de Patología general de la Universidad de Córdoba y creó el servicio de Alergología en el Hospital Reina Sofía, donde pasó consulta y fue jefe hasta que se jubiló, aunque luego siguió ejerciendo de forma privada.

Como experto en Patología e Inmunología, se interesó por el coronavirus desde que tuvo conocimiento de él, ofreciéndose además al Reina Sofía desde el primer momento, aunque no pudo formalizarlo hasta que la Consejería de Salud abrió esta posibilidad.

Su inquietud ante esta nueva enfermedad hace que quiera estar en la primera línea de esta batalla, algo que no gusta mucho a su familia, a la que explica que "puede que me infecte, pero no significa que me vaya a morir".

Debajo de ese interés también hay algo de temor, como es lógico, porque "el que no tiene miedo es un irresponsable, hay que tenerlo”, asevera este facultativo sobre el peligro de contagiarse por covid-19. "Esto no es de buen gusto para nadie, pero los compañeros en activo están luchando contra un enemigo muy potente", concluye.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios