El Gobierno andaluz destituye a los delegados de Cultura, Obras Públicas y Medio Ambiente

Política · Cambios en la Administración autonómica

Plantean el regreso de Francisco Pulido a primera línea de gestión en una medida que coloca a políticos del sector oficialista en cargos clave de la Administración.

Francisco García, responsable de Obras Públicas.
Francisco García, responsable de Obras Públicas.
Rafael Ruiz

01 de agosto 2011 - 14:34

A cuatro meses de la siguiente cita electoral, las elecciones generales, el Partido Socialista de Córdoba volverá hoy a tropezar en los propios cordones de sus zapatos. En una medida altamente polémica, por las personas a quienes afecta, el Gobierno andaluz tomará hoy, seguro, la decisión de destituir a Joaquín Dobladez Soriano como delegado provincial de Cultura y a Luis Rey como responsable de Medio Ambiente. Además, aunque ayer no estaba nada claro que el relevo fuese a ocurrir en el Consejo de Gobierno de hoy, todas las fuentes del partido daban por segura la salida del delegado de Obras Públicas y hasta hace apenas unas semanas responsable de la dirección local del partido, Francisco García Delgado, una persona de muchísima trayectoria tanto dentro de la Junta como en el partido. Todos los políticos que dejan abruptamente el cargo habrían conocido ya oficialmente su destitución. Algunos de ellos habían iniciado ya sus vacaciones estivales.

La salida de Luis Rey constituye una especie de iniciativa anunciada desde hace meses, no por decisión propia sino por la del partido. El caso de Francisco García y Joaquín Dobladez tiene una carga política detrás. Se trata de dos personas que se han significado en las últimas semanas y meses por su falta de cercanía al secretario provincial y a la tesis actualmente mayoritaria dentro de la dirección del partido en Córdoba. Se trata, literalmente, de dos ceses de personas que han seguido una línea política divergente y que van a ser sustituidos por representantes socialistas cercanos a la actual dirección provincial del PSOE.

Con todas las reservas que exigen este tipo de informaciones, lo que se aseguraba ayer tanto en fuentes de la Junta como del Partido Socialista es que el nuevo delegado de Obras Públicas será el hasta hace un mes y pico el presidente de la Diputación, Francisco Pulido Muñoz, concejal en Almedinilla. El caso de Medio Ambiente está menos claro puesto que, en los mentideros, se lleva meses hablando de la exconcejal de Comercio y Transportes del Ayuntamiento, María Ángeles Luna, aunque fuentes del Partido Socialista aseguraban ayer por la mañana que ese dato era incierto y que la secretaria de la agrupación de Ciudad Jardín aspira a un puesto en las listas al Parlamento de las próximas autonómicas. En Cultura, dos nombres fueron los más comentados ayer: el concejal de Cultura y Publicaciones de Lucena, el poeta Manuel Lara Cantizani, y el actual gerente del Instituto Municipal de Artes Escénicas (o Gran Teatro), Ramón López.

El hecho de que se conociera la salida de tres altos cargos de la Junta en Córdoba con peso político -sobre todo, Francisco García y Joaquín Dobladez- generó ayer un pequeño terremoto dentro del PSOE cordobés, que hace cuatro días se desayunó con la dimisión del también delegado autonómico de Turismo, el lucentino Juan Torres, por desavenencias manifiestas con la dirección del partido, a quien reclamaba que se adoptasen responsabilidades políticas por el mal resultado electoral. Obviamente, ninguno de los tres políticos cesantes quiso ayer realizar declaración alguna sobre esta cuestión hasta tanto no se apruebe en el Consejo de Gobierno nada al respecto. Tampoco el secretario provincial del partido quiso hacer declaraciones sobre este asunto.

El día de ayer fue verdaderamente tenso dentro de las filas del PSOE. Por la mañana, se daba por hecho que la delegada del Gobierno, Isabel Ambrosio, se había posicionado claramente en contra de los cambios inspirados desde el partido y no desde la institución autonómica. Según fuentes internas, la principal representante del Gobierno andaluz en Córdoba hizo llegar su malestar por los cambios al consejero de Gobernación y Justicia, Francisco Menacho. La delegada ya estuvo en un tris de salir del cargo hace meses, apenas unas semanas antes de las elecciones municipales para su recambio por la actual directora general del Instituto Andaluz de la Mujer y vicesecretaria de Política Institucional del PSOE, Soledad Pérez, quien se ha convertido a todos los efectos en la número dos del partido y coordinadora de todos los cargos institucionales. La intervención de José Antonio Griñán fue la que paró aquella operación que pretendía dar un tono más político a la representación de los delegados de la Junta. Al cierre de esta edición, no existe constancia de que la gestión de Ambrosio hubiese tenido ningún tipo de influencia en el Gobierno andaluz.

La línea oficial del partido lleva meses insistiendo en una demanda repetida: los delegados autonómicos han tenido un papel excesivamente bajo en la gestión política y, en algunos casos, han sido meros responsables de sus técnicos. La cuestión es que la salida de Francisco García y Joaquín Dobladez centra los cambios en las delegaciones que han tenido más presencia pública y más perfil político de cuantas componen la representación territorial de la Junta de Andalucía en la provincia de Córdoba.

stats