Obituario

Adiós a Ginés Liébana, pintor de los ángeles y genio de la ocurrencia

Ginés Liébana, en la inauguración de una exposición en 2015.

Ginés Liébana, en la inauguración de una exposición en 2015. / Javier Albiñana

Ginés Liébana, el pintor de los ángeles y la eterna sonrisa, ha muerto este 31 de diciembre de 2022 a los 101 años en Madrid, donde se encontraba ingresado en un hospital aquejado de un problema respiratorio que le había ocasionado diversas complicaciones.

Ingenioso e indomable y con un sentido del humor inigualable, el artista era el último miembro vivo de Cántico, el grupo cordobés surgido en 1947 como respuesta a la poesía oficial de la época.

Liébana nació en Torredonjimeno (Jaén) el día 2 de marzo de 1921, pero a los cinco años se trasladó junto a su familia a Córdoba, donde conoció a Juan Bernier, Ricardo Molina y Pablo García Baena, con los que fundó la revista Cántico. Él y el también pintor Miguel del Moral -que se unió poco después-, se encargaron de la grafía, de las ilustraciones y del diseño de la publicación, que tuvo 21 números de vida.

Pintura y poesía se retroalimentan en la obra de este genial artista, cuyos trazos denotan un surrealismo onírico y respeto por la tradición andaluza. Su pintura es mágica, simbólica y refleja su gran sensibilidad.

A partir de los años 50, Liébana viajó por diferentes países como Brasil, Portugal, Francia, Suiza e Italia para instalarse en Madrid en la década de los 60. Aún así, siempre estuvo unido a Córdoba, que lo inspiraba y a la que volvía cada vez que tenía ocasión.

Ilustraciones, collages, pintura, poesía, narrativa, teatro, escenografía... Liébana fue un artista total, brillante, carismático, vital, irónico y de personalidad arrolladora. Algunas de sus obras son Donde nunca se hace tardeEl libro de los ángelesEl mueble obrero: (redoble bárbaro)El navegante que se quedó en Toledo, Resucita loto, Bye, bye, lágrimas, La tarde es Paca y La equis mística.

Entre sus reconocimientos destacan la Medalla de Oro de Bellas Artes por su magna trayectoria creativa, que recibió en 2005. En 2010 fue nombrado Hijo Adoptivo de Córdoba y el 28 de febrero de 2011 recibió la Medalla de Andalucía.

"Soy un provocador y me gusta mucho, pero no por maldad. Me gusta discutir con la gente pero sin pelearme. Lo que me divierte es divertirme", aseguraba Liébana, con cuya muerte se cierra un ciclo histórico del arte en Córdoba.

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