La Noche Blanca del Flamenco, una pasión que solo se vive en Córdoba: "Es algo muy especial que te llega al corazón"

Cultura

Miles de personas disfrutan de los once espectáculos repartidos por puntos patrimoniales de la ciudad

Las mejores imágenes de la Noche Blanca del Flamenco de Córdoba

Multitud de personas disfrutan de la Noche Blanca del Flamenco en la Corredera.
Multitud de personas disfrutan de la Noche Blanca del Flamenco en la Corredera. / Miguel Ángel Salas

Córdoba/La expectación siempre es alta cuando se trata de la Noche Blanca del Flamenco. Las Tendillas fue una prueba de ello. Aunque no registró el aforo que el año pasado se vivió con el concierto inaugural de José Mercé en el que no cabía ni un alfiler, este 2025, en la plaza más céntrica de Córdoba se congregaron más de un millar de personas para dar el pistoletazo de salida a una de las citas del folclore andaluz más reconocidas del panorama nacional.

La granadina Eva Yerbabuena puso el show y el público respondió con entusiasmo con sucesivos oles y gritos de La Señora. Elena, que llegó degustando un helado justo cuando empezó el espectáculo, intentó ser la que más fuerte coreaba a Eva Yerbabuena de toda la plaza. "Es un lujo verla bailar", señaló sobre la artista mientras su taconeo resonaba con fuerza sobre el escenario desde el corazón de una Córdoba que se refugió en el calor del flamenco más mágico.

Inaugurada la Noche Blanca del Flamenco, con algo de calor como era inevitable, los conciertos se sucedieron por distintos puntos claves de la única ciudad del mundo con cuatro patrimonios de la humanidad declarados por la Unesco. Mientras la bailaora sevillana Aurora Vargas ponía patas arriba el escenario del Cine Delicias, los cordobeses de Flamencos de Verdad daban una clase de flamenco puro en el entorno de la Calahorra.

La torre de la Calahorra, iluminada con el logo en grande del flamenco que es la imagen de esta cita musical y con fotografías enormes que alumbraban la nostalgia del flamenco cordobés de hace décadas, se convirtió durante la noche en un espacio íntimo donde el cante se fusionó con la belleza de un patrimonio único en el mundo. Centenares de personas disfrutaron a pie del concierto abajo, a la altura del Guadalquivir.Otros, sin embargo, lo vivieron desde arriba con la imagen de la imponente Mezquita-Catedral de fondo.

Flamenco de Verdad en la Calahorra.
Flamenco de Verdad en la Calahorra. / Miguel Ángel Salas

Imposible experimentar el flamenco de una forma más auténtica y bonita. En familia, con amigos o en pareja, como Mercedes y Óscar, que estuvieron durante la hora de actuación abrazados, apoyados a la valla contemplando el entorno mientras escuchaban a Rafael Montilla El Chaparro, Antonio de Patrocinio o Rafael Mesa El Guerra entre otros. "Es un gusto tener esto gratis una vez al año", comentó la pareja.

Mientras los cordobeses Rocío Luna y Rafa del Calli actuaban en la plaza de San Agustín, el pianista y compositor jiennense, Chico Pérez, sorprendía con sus dulces notas en un emplazamiento mágico como es el patio de los naranjos. Allí, los centenares de espectadores estaban repartidos por los diferentes escalones que hay repartidos en todo el espacio. "Hasta que nos aguanten las piernas vamos a seguir viendo conciertos", aseguró una familia, ya descansando sentados sobre la mítica fuente del interior del recinto.

De las columnas iluminadas y un patio que se convirtió en "un sueño" en el que la fusión de sonidos se llevó la ovación de todo el público, muchos se marcharon antes de que concluyera el concierto para no perderse a uno de los platos más fuertes de la noche. El Pele lo dejó todo en una plaza Conde de Priego en la que no cabía nadie más. Algunas como María, Carmen, Laura y el resto de amigas llevaba esperando "desde dos horas antes del concierto". La ocasión, desde luego, lo merecía.

Chico Pérez en la Noche Blanca del Flamenco de Córdoba.
Chico Pérez en la Noche Blanca del Flamenco de Córdoba. / Miguel Ángel Salas

"Merece la pena vivirlo porque es algo muy especial que te llega al corazón", comentó el grupo de jóvenes amantes del flamenco, emocionado en cuanto un artista de la talla de El Pele dio el primer saludo al más de un millar de personas que se dieron cita en esta plaza tan íntima de la ciudad. Cerca, Mercedes Luján lo dejó todo en el Cine Fuenseca. Lo mismo ocurrió con Raimundo Amador, al que se le quedó incluso pequeña una plaza de la Corredera inmensa que rebosó de júbilo en la madrugada.

A quienes le aguantaron las piernas y las ganas, ya superadas las peores horas de calor y pasadas las 03:00, siguieron recorriendo con ilusión el Casco Histórico de Córdoba en busca de Yaleili en la plaza de San Francisco y de Lachispa en la plaza del Potro. El broche de oro lo puso, como siempre, el grupo vanguardista de la noche.

En esta ocasión, nadie mejor que Califato 3/4 para poner el mejor flamenco fusión en los jardines del Alcázar de los Reyes Cristianos. Casi al amanecer, algunos incluso esperando a que abriesen los bares para volver a sus casas desayunados, centenares de personas cerraron una Noche Blanca del Flamenco que no defraudó y que, como siempre, quedará en el recuerdo de miles de cordobeses y visitantes.

Califato 3/4 en la Noche Blanca.
Califato 3/4 en la Noche Blanca. / Miguel Ángel Salas
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