E L Sur de España se caracteriza en la hostelería por las tapas. Esa forma abreviada de probar muchas de las especialidades culinarias de una zona en la misma comida llama la atención de los millones de turistas que año tras año visitan Andalucía en general y Córdoba en particular. La ciudad cordobesa ofrece múltiples tabernas, bares y restaurantes donde disfrutar de las tapas, una de las señas de identidad de la cocina de esta tierra. Sin embargo, es menos frecuente encontrar en Córdoba bares que apuesten por las propuestas gastronómicas de otros sitios del país. Es por eso que Francisco Gómez y Mercedes Rubio, cuando decidieron lanzarse a la aventura de montar un negocio propio, lo hicieron bajo esa premisa, la de ofrecer la cultura de los pinchos tan arraigada en el Norte de España, sobre todo en el País Vasco, junto a las especialidades locales. Una mezcla que de momento está teniendo una gran acogida entre los clientes del Bar Pintxos y Tapas, situado en la calle Historiador Jaén Morente.

Este matrimonio de cordobeses arrancó su propia aventura en la hostelería en abril de este mismo año. Lo hicieron como alternativa a una complicada situación laboral, pues Francisco encontraba dificultades para seguir desarrollando su labor de pintor con regularidad, por lo que ambos decidieron "buscar una salida profesional conjunta", como cuenta Mercedes. Ahí entró la posibilidad de hacerse cargo de este local, que anteriormente ha albergado otros negocios de hostelería y, aunque Francisco no había trabajado en este sector con anterioridad, la experiencia de Mercedes en el mundo de la cocina y la restauración fue el impulso definitivo para pasar de la idea a la acción.

Todo ello pese a las complicaciones que siempre acarrea el inicio de una aventura profesional de este tipo. "Arrancamos en abril y mientras fuimos cogiendo ritmo se presentó el verano, que en Córdoba siempre es algo más malo para la hostelería", cuenta Mercedes, que ahora ve como septiembre vuelve a devolver la actividad a la ciudad y el mayor movimiento de personas, también en los bares de barrio.

La propuesta del Bar Pintxos y Tapas es tan simple como atractiva. Cada consumición se acompaña de una tapa o un pincho de entre la variedad que prepara Mercedes, que sitúa el fin de semana como el mejor momento para visitar su negocio, ya que "es cuando más variedad de tapas y pinchos preparamos, y poco a poco vamos introduciendo variedades nuevas para que las vayas probando nuestros clientes". Entre esa variedad que ofrece este local se encuentran platos más típicos del Norte como los pimientos relleno o los pinchos de salmón y otros tradicionales del Sur, como el salpicón de marisco o el rabo de toro cordobés. Además, hay universales que nunca fallan, como las hamburguesas o las tostas. Todo ello con precios al alcance de cualquier bolsillo, porque como cuenta Mercedes, "tenemos pinchos y tapas desde 50 céntimos y de ahí van subiendo en base a los ingredientes de cada uno".

Francisco y Mercedes abren todos los días de la semana su bar, con excepción de los lunes por descanso, desde las 7:30 hasta la hora del cierre nocturno. Es por eso que la franja de los desayunos también es un buen momento para pasarse por el Bar Pintxos y Tapas, para empezar el día con un buen desayuno, a precios además bastante asequibles. Dentro de apenas unos días, con el inicio del curso escolar, Mercedes avanza que tienen pensado lanzar una promoción en la que "con un cupón que repartimos a los clientes, cada desayuno lo colocamos un sello y cada seis que el cliente paga le regalamos uno".

Además, el Bar Pintxos y Tapas cuenta con una buena oferta de menús diarios, en los que sale a relucir la mano de Mercedes Rubio en la cocina y sus años de experiencia dedicándose a ello de manera profesional. "Tenemos una cocina que es muy casera, con recetas tradicionales y todo elaborado por nosotros", cuenta Mercedes, algo que se nota a la simple vista de sus platos. Entre las especialidades, Mercedes señala "el rabo de toro y el solomillo al roquefort" como platos más demandados por sus clientes. Dos joyas del recetario andaluz que merece la pena probar en este bar que no desdeña la cocina del Sur, pero que ofrece a sus clientes la cultura del pincho más típica del Norte. Una mezcla perfecta cuando hablamos de gastronomía.