Benahavís, una pequeña localidad en la falda de la Sierra de las Nieves, a orillas del río Guadalmina, desde la que se huele a mar y en la que se respira parte del glamour que emana de la costa marbellí, es desde ayer y durante los próximos nueve días el retiro de un Córdoba que encara la fase decisiva de la fase de preparación de la temporada 2017-2018. Lo hace con un fortalecido Luis Carrión al frente de las operaciones y con un grupo de 25 jugadores que forman la base de un proyecto al que apenas le falta, al menos según fuentes del club, un último retoque. De momento, ayer se unió al bloque el último fichaje, el guardameta serbio Igor Stefanovic, que tras firmar un contrato de dos temporadas se montó en el autocar junto al que será su enemigo para defender el arco cordobesista, el hoy convaleciente Pawel Kieszek. Ellos fueron las dos grandes novedades de una expedición con sólo tres jugadores del filial y un juvenil que aportan más ilusión si cabe de la que desprende un plantel al que los primeros resultados del verano han ayudado sobremanera a caer de pie entre la afición.

"Es muy importante tener el grueso de la plantilla, que otros años costó mucho trabajo, para que puedan coger los conceptos que queremos", señaló Luis Carrión, quizás el más ilusionado con todo lo que viene aconteciendo en un verano que ha arrancado bien y debe continuar mejor. Para ello es básico hacer un buen trabajo en estos nueve días en la Costa del Sol, en los que el Córdoba podrá ejercitarse en medio de un clima de paz y tranquilidad que ayudará a que el equipo poco a poco siga asimilando el estilo de juego que quiere el técnico barcelonés para el primer proyecto (desde el inicio de la temporada) bajo su firma. "La idea de los entrenamientos es hacer cosas tácticas para dotar al equipo de una identidad", señaló el entrenador, amigo de que el balón esté siempre presente, también en lo meramente físico. Pero no sólo eso, también este stage debe servir para fortalecer los lazos de unión de un vestuario que ha sufrido una profunda remodelación, con nada menos que 17 salidas y una decena de altas, más las promocionadas desde el filial, que por el momento tienen en la figura de Igor Stefanovic su última y gran novedad.

Víctor Mena, Soler y Alberto González siguen, junto al juvenil y recién renovado Llamas

Porque el serbio se convirtió a primera hora de ayer en nuevo jugador del Córdoba para las dos campañas siguientes, tras pasar con éxito el pertinente reconocimiento médico. Sobre él, Carrión advirtió que lo ha visto "de temporadas anteriores, habla bien español, es buen chico y parece adaptado, aunque esperemos que aquí se adapte aún más con la ayuda de Markovic". El preparador blanquiverde restó importancia al hecho de que venga de un año en blanco porque "en un portero afecta menos" y destacó que viene a "dar competencia a Pawel". Por cierto, que sobre el polaco apuntó el catalán que "va a poder hacer todo físicamente", pero nada de portería hasta cerca de tres meses después de su lesión, lo que retrasaría los plazos alguna semana más, entre otras cosas porque con la meta cubierta nadie en la entidad quiere "tener prisa".

Hoy mismo sí se espera ver ya bajo los palos a Stefanovic, que llegó la noche del martes a Córdoba y casi sin conocer a sus compañeros, se montó en el autocar con destino a Benahavís. Aquí espera ganarse la confianza del cuerpo técnico con la intención de aprovechar la convalecencia de Pawel y enterrar su mala temporada en el Moreirense de la Primeira Liga de Portugal, donde en la liga 15-16 lució al igual que el que hoy es su rival por ocupar un lugar en el once inicial.

Junto a ellos trabajarán bajo los palos los jóvenes Alberto González, uno de los tres hombres del filial junto a Víctor Mena y Soler desplazados hasta Benahavís, y Juan Luis Egea Llamas, que poco antes de partir hacia la costa malagueña firmó su primer contrato profesional con el CCF. De la nómina de las anteriores semanas se cayó Jordi Ortega -Sebas Moyano sólo apareció para la primera prueba en Antequera y Eric Ruiz lo relevó para la segunda en Écija-, que ya no actuó en Linares y cuyo "sitio ahora mismo está en el filial" pese a haber sido "de los mejores" en los dos partidos en los que participó a las órdenes de Carrión. La explicación pasa porque en su sitio están Edu Ramos y Álex Vallejo, que el técnico quiere que "jueguen" sin tener que repartir minutos entre alguien que salvo contratiempo sólo estará con los mayores en los entrenamientos, para jugar los fines de semana con el filial de Jorge Romero en el Grupo IV de Segunda División B.

De hecho, con su ausencia y dejando a un lado a los cuatro porteros que han viajado, en Benahavís el grupo está formado por 21 hombres de campo sólo "por si hay algún problema con alguno", señaló Carrión. El deseo de todos es que no ocurra nada que lamentar y que la fase de preparación continúe por el camino tan inmaculado que lleva hasta el momento. La apacible Benahavís debe marcar las pautas del nuevo curso bajo la paz y la tranquilidad de un retiro en plena naturaleza de lo más adecuado para pensar sólo y exclusivamente en el balón y el escudo del Córdoba.