¿Quién lo iba a decir? Cada inauguración de la Feria Agroganadera del Valle de Los Pedroches ha sido siempre un hervidero político a la hora de cortar la cinta. Hasta ayer. Ayer, quien se movió sí que salió en la foto, una imagen a la que le faltaban los galones de los altos cargos. No había representación de la Subdelegación del Gobierno, ni de la Delegación del Gobierno de la Junta, como en las anteriores ocasiones. Ni siquiera estuvo presente el presidente de la Diputación, Francisco Pulido, quien excusó su presencia por motivos de agenda y envió en su lugar a la diputada Pilar García. Además de ella, el único que tuvo que tuvo que lidiar con su presencia en la instantánea un toro enviado por el PSOE cordobés a chiqueros fue el delegado provincial de Agricultura, Francisco Zurera. Con nobleza, eso sí.

Y es que esos dirigentes que otras veces aparecían en esa foto estaban citados casi a esa misma hora en la sede de la avenida cordobesa del Aeropuerto para acudir a una Ejecutiva provincial y tratar el asunto de la crisis que ha dejado al alcalde de Pozoblanco más solo que la una. Era algo así como estar en la tesitura de, o al lado del partido, o al lado del alcalde.

A falta de más cargos socialistas, por momentos pareció que quien gobernaba en Pozoblanco era el PP. Tanto, que en el paseíllo que las autoridades se dieron por la muestra tras el acto de inauguración no faltó el presidente provincial de los populares, José Antonio Nieto, el secretario provincial de ese partido, Federico Cabello de Alba, el diputado andaluz del PP Bartolomé Madrid, las alcaldesas populares de Villanueva del Duque y Villanueva de Córdoba, Dolores Sánchez y Marisa Medina, entre otros.

Sí, asistieron los ediles socialistas pozoalbenses que pidieron a la dirección provincial la cabeza del regidor, pero por su lado y acompañados por pocos alcaldes del PSOE de Los Pedroches. Mientras, Benito García seguía, políticamente, más solo que la una.