Cinco vinos de Montilla-Moriles perfectos para maridar con tarta de queso

Auténticas joyas enológicas que casan a la perfección con el postre o merienda más popular del momento

La Inteligencia Artificial, protagonista de la próxima Cata de Moriles

Cata 'Lokura & Terroir' / R.G.

Dulce Lokura ha celebrado su primer aniversario por todo lo alto. Y lo hizo de la mano de El Triunfo de Baco, con José Antonio Vázquez y José Alberto Pañero al frente.

¿El menú? Un croissant de mantequilla y cuatro tartas de queso elaboradas especialmente para la ocasión, maridadas con cinco vinos de Bodegas Pérez Barquero, Lagar de la Salud, El Pujío, Lagar Blanco y Toro Albalá, auténticos referentes vitivinícolas de Córdoba.

Así que si quieres parecer todo un experto en vinos a la hora del postre o de la merienda toma nota de estas combinaciones infalibles ¡palabra de experto!

El G1 Brut Nature de Bodegas Pérez Barquero es un espumoso estupendo para degustar con un buen croissant ¡Y qué no te engañen! El auténtico croissant artesano lleva muuuchas capas -cuántas más, mejor- y numerosos alveolos interiores.

Esta delicatessen de Pérez Barquero es ideal también para tomar con marisco, pescado, dulces y aperitivos.

Una joya inesperada para maridar con una tarta de queso curado es el Dulas Rosé de Bodegas Lagar de la Salud, de un atractivo color frambuesa. En nariz es rico en fresas y frambuesas, envuelta por ciertas notas frescas de fruta de hueso. Mientras que en boca es goloso, envolvente y de final sutilmente estructurado. Su retrogusto nos lleva inexorablemente a las fresas.

Otra referencia de lujo es el Primus Essence de Bodegas El Pujío. Este tinto aglutina un complejo abanico de aromas balsámicos y ahumados junto a fruta madura y matices especiados. Por eso integra una armonía de 10 con tarta de queso y chocolate belga.

Sencillamente espectacular es el Amontillado de Lagar Blanco. Elaborado con uva Pedro Ximénez, es de color oro viejo, sin alcohol añadido, seco, intenso y complejo. Resulta un acierto para acompañar frutos secos, quesos curados, ahumados y consomés. Por eso no es ninguna locura maridarlo con una tarta de queso y pistacho tostado.

PX 2003 de Bodegas Toro Albalá es el broche de oro a la experiencia de degustar chocolate negro, quesos azules, postres y frutas exóticas. Tampoco desdice una buena porción de tarta de queso azul.

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